Anestesia epidural para el parto


Dr. Miguel Castañeda Pascual

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Una de las prácticas más reconocidas de todas las que realiza el anestesiólogo es el manejo y control del dolor del parto.

Hay muchos factores que influyen en la percepción de la sensación dolorosa, y cada persona sitúa el umbral del dolor en niveles muy distintos. De igual forma ocurre en la mujer a la hora de soportar el intenso dolor del parto. La anestesia epidural es una de las principales preocupaciones de toda embarazada.

¿En qué consiste la anestesia epidural obstétrica?

Se trata de una técnica analgo-anestésica (disminuye la percepción sensitiva y dolorosa) que se realiza con el fin de disminuir la sensación dolorosa provocada por el trabajo de un parto activo. En la primera parte del parto, el dolor es de predominio abdominal y se debe a la progresiva dilatación del cuello uterino. La segunda parte consiste en el periodo expulsivo, y presenta un dolor de predominio genital. Semanas antes del parto es conveniente realizar una entrevista entre el anestesiólogo y la paciente, en la que se obtendrá el pertinente consentimiento y se le explicará los beneficios y posibles riesgos de esta técnica.

¿Cómo se realiza?

Consiste en administrar una medicación en el espacio epidural, un lugar situado justo por fuera de la duramadre, la principal meninge o “envuelta” que recubre la médula espinal. Se lleva a cabo mediante una punción entre dos vértebras lumbares. Antes de la punción se desinfecta la zona y se anestesia con un anestésico local para que la molestia sea mínima. Tras localizar el espacio epidural con una aguja especial, se administra la primera dosis de medicación y, a través de la ella, se coloca en fino tubito de plástico o catéter. Se retira la aguja y se fija el catéter a la espalda del paciente.

La punción se puede llevar a cabo con la paciente sentada o tumbada sobre un lado, dependiendo de la anatomía de la propia embarazada o el gusto del anestesiólogo. Es de vital importancia la inmovilidad durante todo el proceso de punción y colocación del catéter.

¿Cuál es el momento adecuado para pinchar la epidural?

Varía mucho de una mujer a otra y si se trata de un primer parto o la mujer ya ha dado a luz previamente. Generalmente se lleva a cabo cuando existen contracciones dolorosas y el cuello uterino presenta una dilatación entre 3-5 cm. En último término, el equipo formado por matrona, obstetra y anestesiólogo, decide el mejor momento para la realización de esta técnica.

¿Cuánto tarda en hacer efecto? ¿Qué siente la mujer tras administrarle la epidural?

A los 10-15 minutos de su administración, comienzan a notarse sus efectos. Las pacientes suelen referir una sensación de hormigueo, cosquilleo, calor, acorchamiento o pesadez e incapacidad para mover las piernas. El dolor de las contracciones pasa a notarse como una presión abdominal totalmente tolerable.

El objetivo del anestesiólogo es conseguir aquella dosis que aplaque el dolor secundario a las contracciones, provocando el mínimo bloqueo motor posible para que la mujer pueda ayudar empujando en la última fase del parto.

¿Cuánto dura su efecto?

Todo el tiempo que sea necesario. Tras la colocación del catéter epidural, éste queda conectado a un dispositivo de infusión continua de medicación. El anestesiólogo programa dicha infusión para conseguir el nivel y grado de bloqueo anestésico deseado. Al finalizar el parto, se retira el catéter epidural.

¿Cómo afecta a la dinámica del parto?

Es común la creencia de que tras la epidural se paraliza el curso del parto. Sin embargo la realidad es otra: así como en algunos casos puede demorarse ligeramente la fase final de dilatación uterina, en otros, el bienestar y comodidad logrados por la epidural hace que progrese más rápidamente el trabajo del parto.

¿Puede afectar la epidural al bebé?

El riesgo que corre el feto es mínimo. Parte de la medicación puede llegar al bebé, pero sin producir efecto perjudicial alguno. Una marcada caída de la tensión arterial materna, puede comprometer el flujo sanguíneo uterino y, por consiguiente, el bienestar fetal. Aún así, podemos decir que la anestesia epidural es una técnica segura tanto para el feto como para la madre.

¿Cuáles son los posibles riesgos y complicaciones de la anestesia epidural?

Las complicaciones más frecuentemente observadas son: descenso de la presión arterial, sensación de mareo y náuseas. Otras, presentadas de forma más excepcional pueden ser: bloqueo motor intenso, bloqueo excesivamente alto que comprometa la respiración, dolor radicular similar a una ciatalgia, meningitis por fallo en la asepsia de la técnica, retención urinaria, cefalea intensa por perforación de la duramadre y fuga de líquido céfalo-raquídeo, hematoma epidural, etc.

¿Toda mujer embarazada puede recibir la epidural? ¿Hay contraindicaciones?

Una infección en la zona de punción, una marcada alteración en la columna vertebral, un estado de inestabilidad hemodinámica, una alteración de la coagulación sanguínea o toma de fármacos anticoagulantes, una obesidad importante, una situación de hipertensión intracraneal y ciertas enfermedades neurológicas son algunas de las principales contraindicaciones que impiden llevar a cabo una epidural.

Algunos “mitos” en torno a la anestesia epidural obstétrica

  • ¿Influye en la duración del parto? Ya hemos visto que depende de la dinámica del parto de cada mujer y su respuesta al tipo y dosis de medicación administrada.
  • ¿Y si el parto acaba en cesárea? Si el catéter colocado funciona de forma correcta, se puede llevar a cabo la cesárea sin ningún problema bajo anestesia epidural. De cualquier forma, siempre existe la posibilidad de realizar una anestesia general.
  • Tatuajes en la zona lumbar: pueden ser causa de contraindicación de la técnica. Si se punciona sobre una zona de piel tatuada se puede arrastrar pigmentos hacia el interior, provocando un cuadro de meningitis química.
  • Dolor de espalda y cefalea (dolor de cabeza): el dolor lumbar suele ser una molestia localizada en el punto de punción, benigna y autolimitada en el tiempo, respondiendo bien a los analgésicos convencionales. La cefalea se da en casos en los que la punción ha producido un orificio en la duramadre. Suele ser intensa, de localización frontal o nucal y aparece a las 24-48 horas de la punción.
  • Retención de orina: son excepcionales los casos en los que es preciso realizar un sondaje vesical por una retención tras anestesia epidural.
  • Lesión medular, paraplejia, fallo de esfínteres: con las técnicas y medios empleados hoy en día, la posibilidad de causar una lesión medular incapacitante es realmente remota.

¿Existen otras alternativas para el control del dolor del parto?

La administración intravenosa de algunos fármacos puede provocar la pérdida de la colaboración materna por disminución en el nivel de conciencia y puede suponer un gran riesgo de depresión respiratoria al feto al nacer. La anestesia raquídea intradural se emplea más en el caso de cesáreas electivas; puede provocar una cefalea intensa, su duración es limitada y generalmente provoca una mayor alteración hemodinámica y respiratoria que la epidural.