La producción ecológica agraria y ganadera


Berta Magaña Soler. Dietista-Nutricionista. Nº colegiada: NA00120

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En los últimos años se ha producido un incremento significativo en la producción y consumo de alimentos ecológicos.

La Agricultura Ecológica es un sistema de producción agraria y ganadera que prescinde de la utilización de sustancias químicas de síntesis, como pesticidas, fertilizantes y aditivos, con el objetivo de obtener alimentos naturales, de máxima calidad y con todas sus propiedades nutritivas a través de técnicas más respetuosas con el medioambiente.

¿Ecológico, Orgánico o Biológico?

El significado de estos tres términos es el mismo y está exclusivamente reservado para los alimentos procedentes de la agricultura y ganadería ecológica.
En el etiquetado de estos productos debe aparecer el nombre o código de la entidad que certifica la autenticidad del producto, que puede estar acompañado de diversos logotipos, entre ellos el europeo, formado por las 12 estrellas blancas de la Unión Europea (UE), que componen la silueta de una hoja sobre un fondo verde.

Un producto con este etiquetado, deberá garantizar que como mínimo un 95% de sus ingredientes se han elaborado de manera ecológica. La etiqueta deberá indicar demás, el lugar en el que se produjeron las materias primas.
Términos como natural, sin conservantes ni colorantes, dietético y otros utilizados habitualmente en el etiquetado de alimentos, nada tienen que ver con el método de producción ecológico y, por tanto, no debería de confundirnos.

Beneficios de la Agricultura Ecoló-gica frente a la convencional

• Son alimentos seguros, naturales, auténticos y con todas sus propiedades nutritivas. En la producción de alimentos ecológicos no se emplean sustancias químicas de síntesis y en su elaboración no se utilizan organismos modificados genéticamente. Este particular método de elaboración garantiza que los alimentos conservan sus propiedades nutritivas y son de la mayor calidad.
• Por su sabor y diversidad. Los productos ecológicos, a pesar de su habitual peor apariencia física (color, brillo, tamaño…) y reducido periodo de conservación o vida útil frente a los productos convencionales, son mucho más sabrosos y nutritivos y cubren una amplísima gama, desde las tradicionales frutas y hortalizas frescas, hasta la miel, las carnes, las conservas, los quesos y embutidos, el vino, el aceite de oliva,…
• Son de calidad certificada. Además de los controles oficiales que se efectúan a todos los alimentos, los productos ecológicos son objeto de una certificación adicional que garantiza la autenticidad de su origen ecológico. En los alimentos ecológicos la trazabilidad y autenticidad está garantizada.
• De producción sostenible. Es un medio de producción agraria y ganadera sostenible, que hace un uso racional de los recursos naturales y no los compromete para generaciones futuras.
• Evitan la contaminación y favorecen la biodiversidad. Los alimentos ecológicos, al prescindir de sustancias químicas, evitan la contaminación del aire, suelo y agua. Impulsan el reciclado de residuos de origen vegetal o animal para devolver al suelo los nutrientes, contribuye a mantener el patrimonio genético agrario, y promociona el respeto y bienestar animal.
• Contribuyen al desarrollo de las zonas rurales. La agricultura ecológica requiere un mayor volumen de trabajo, por lo que genera empleo en las zonas rurales.
A pesar de que los alimentos ecológicos siguen teniendo un coste superior a los convencionales, cada vez son más los consumidores que apuestan por la calidad y seguridad y asumen esta exigencia. Esto hace que la oferta y el acceso a ellos cada vez sea mayor y más fácil.
No obstante, todavía hay mucho por hacer, falta información y hábitos que impulsen al consumidor al consumo de productos “verdes”. España a pesar de ser uno de los países pioneros en producir ecológicamente, un porcentaje muy alto se exporta por no haber una demanda suficiente en nuestro país, algo sobre lo que deberíamos reflexionar.