La realidad en la prevención del cáncer


Milagros Bernal Pérez. Profesora Titular de Universidad. Jefe de Sección de Medicina Preventiva y Salud Pública

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En términos generales los casos de cáncer en una determinada población, se podrían prevenir alrededor de un 40 a 50 %. Es adecuado, antes de ver en donde se debe de hacer más énfasis para la prevención, conocer como están los términos de referencia respecto a esta enfermedad con el fin de actuar mejor en ella.

En el cáncer y otras enfermedades, es importante separar la tasa de incidencia, que son los casos nuevos de una enfermedad que aparecen en una zona geográfica concreta y a lo largo de un año por cada 100.000 o 1.000 habitantes, de la tasa de mortalidad que expresa los individuos que mueren en un año en la misma zona geográfica y por la misma enfermedad, igualmente referido a 100.000 ó 1.000 habitantes.
Es decir, una forma de ver cómo evoluciona el cáncer, es el conocer si aumenta o disminuye la tasa de incidencia por cualquier tipo en una población y otra bien diferente es cuantos de los pacientes que presentan ya un cáncer, mueren en un año en esa misma población.

Estudios de regresión

A partir de estas tasas, se puede realizar técnicas estadísticas denominadas estudios de regresión, que nos permitirían conocer la evolución del cáncer, tanto respecto a su incidencia como a la evolución de su mortalidad .
En un estudio realizado en el Área sanitaria III de la provincia de Zaragoza, que comprende alrededor de 300.000 habitantes, se demostró durante el periodo 2009-2013 lo siguiente:
Las tasas de mortalidad por cáncer descienden, tanto en hombres como en mujeres, mientras que las tasas de incidencia se estabilizan en hombres pero están aumentando en mujeres.
Numéricamente las tasas de incidencia por cáncer en hombres en el Área sanitaria III, de la provincia de Zaragoza están disminuyendo a razón del 0.9% anual.
En mujeres, el cáncer continúa aumentando. Entre 2009-2013 el incremento fué a razón del 1.7 % anual.
Por tanto, la explicación de estas cifras nos viene a decir que desde que un individuo enferma, los tratamientos actuales y cada día mejores, han permitido prolongar más la vida de estos pacientes que en etapas anteriores .
El mayor riesgo, según las cifras que hemos visto, lo encontramos en las tasas de incidencia y especialmente en mujeres, en las que aumenta el número de casos.
Por tanto, la prevención la tendremos que establecer fundamentalmente en las situaciones donde hay mayores incrementos, continuar donde las tasas de incidencia se mantienen y seguir con la investigación en los nuevos tratamientos.
Los elementos que actúan favoreciendo el incremento del cáncer se denominan factores de riesgo y contribuyen en diferentes porcentajes a la aparición de la enfermedad, tal y como se explican en la figura 1.
Mediante otro tipo de estudio estadístico, denominado de proyecciones y en este caso sobre el cáncer de pulmón se puede comprobar como, la influencia del tabaco es mayor en las mujeres lo que se traduce en una tendencia al incremento del cáncer de pulmón, expresado gráficamente en la figura 2. Paralelamente disminuye en los hombres como se observa en la figura 3.
Un estudio de tendencia en nuestra zona demuestra que en los últimos años el cáncer de pulmón aumentaba en mujeres a razón de 12 % anual y en hombres no aumentaría de una manera estadísticamente significativa.

Prevención

Conocido donde esta el problema, como acabamos de señalar, estableceremos la prevención de la siguiente manera siguiendo el siguiente esquema.

Prevención primordial. Se trata de una prevención general por parte de las autoridades sanitarias y que recaiga sobre toda la población. Ha de ser una prevención de fácil cumplimiento para todos los ciudadanos, que sean capaces de entenderla y realizarla por el mayor numero posible, entendiendo que la acción propuesta constituye un bien para la salud.

Prevención primaria. Es la actuación para eliminar los factores de riesgo conocidos: Tabaco, alcohol, exposición al sol, alimentación sana, vacuna papilomavirus, etc. Esta prevención primaria se hace mediante educación sanitaria que comprende todas aquellas técnicas encaminadas a que los individuos adquieran “buenos hábitos y saludables en materia de salud”. Puede implementarse mediante diferentes procedimientos que van desde las charlas sanitarias para el conocimiento de los factores de riesgo, hasta la legislación de actuación sobre ambientes laborales contaminantes. Igualmente mediante consejo genético en caso de factores de riesgo presentes en el individuo, como en cánceres de origen familiar tales como cáncer de mama/ovario hereditario, Neoplasia Endocrina Múltiple tipo 1, Neoplasia Endocrina Múltiple tipo 2, Poliposis adenomatosa de colon familiar, Síndrome de PTEN, Síndrome de Von Hippel-Lindau, Retinoblastoma hereditario.
Es conveniente seguir y consultar indicaciones de publicaciones en esta materia como la Sociedad Americana Contra El Cáncer, que confirman y extienden la evidencia de un beneficio de la actividad física en el riesgo de cáncer y apoyan su papel como componente clave de programas de prevención y control de cáncer para toda la población. El estudio, por el doctor Steven C. Moore, del NCI, y colegas, apareció el 16 de mayo de 2016, en Jama Internal Medicine.

Prevención secundaria. Significa el diagnostico precoz, es decir conseguir el diagnostico al inicio de las lesiones pero sin extensión a otro lugar del organismo. En general este diagnostico precoz consiste en realizar pruebas analíticas , radiológicas o mínimamente invasivas y de muy poco riesgo para el paciente La edad de de la realización de las pruebas tiene que estar previamente determinada por estudios anteriores para lograr la máxima eficiencia. Estas pruebas deben de ser fáciles de realizar y de poco costo económico. No alcanzan a a todos los cánceres ya que no cualquier localización del cáncer es susceptible de un diagnostico precoz.
Las más frecuentes son:
• Diagnóstico precoz del cáncer de mama mediante cribado de rutina cada 1-2 años con mamografía.
• Colonoscopía a partir de los 50 años, cada 5-10 años.
• Examen de cervix uterino anual, mediante citología.
• Eliminar “pecas” sospechosas.
La población debería de conocer que ante uno de los siguientes signos o síntomas que se pueden adecuar a la palabra CAUTELA debería de ponerse en contacto con un médico para transmitirle la posible alteración. Estos casos son:
• Cambios en los hábitos intestinales.
• Anormal secreción o flujo que no cede
Ulcera que no cicatriza.
• Tos persistente.
• Engrosamiento anómalo en una parte de nuestro organismo.
• La deglución difícil (dificultad en tragar alimentos o líquidos).
• Anormal cambio en una peca o lunar.

Prevención terciaria. Ayuda al paciente mediante tratamiento, control y reinserción social y psíquica de los pacientes afectados por un cáncer.

Resumen

Como se ha visto en otros capítulos, los tratamientos individualizados de cáncer que con mayor frecuencia se están descubriendo actualmente, inciden directamente sobre la mortalidad. Sin embargo, es necesario no olvidar todos y cada uno de los factores de riesgo que inciden directamente sobre la aparición de la enfermedad (incidencia) en el individuo y estos factores de riesgo dependen exclusivamente del comportamiento de cada uno de nosotros.