Amma Betelu
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Integrado entre las casas de la localidad Navarra de Betelu, como si de una casa más se tratara, en plena naturaleza y a 45 kilómetros de Pamplona, el centro gerontológico AMMA Betelu abrió sus puertas el 27 de abril de 2004.

Desde su puesta en marcha, el Centro ha permitido que las personas que necesitan apoyo en sus actividades diarias sean atendidas adecuadamente por personal especializado, favoreciendo la presencia de la familia y evitando el desarraigo de la zona y el alejamiento de sus amistades. Antes de su apertura, la única opción que tenían era trasladarse a centros urbanos y/o rurales alejados, con todo lo que esto lleva consigo.

La ubicación de Amma Betelu favorece el contacto entre las personas mayores, sus familias y su entorno: «Imagínate que nunca has salido de tu pueblo -explica María Jesús Beunza, directora del centro-. Es tu entorno, tu paisaje, tus montañas. Te proporciona bienestar. Forma parte de ti. Te da la posibilidad de que la gente que ha vivido siempre junto a ti venga a visitarte. Tenemos visitas constantemente. La gente viene a las tardes, gente del pueblo, con la que juegan a cartas, al bingo. Además de cubrir sus necesidades asistenciales, ese es el gran valor que tiene un centro como éste».

Características

Los centros gerontológicos que construye y gestiona AMMA Recursos Asistenciales están concebidos para ofrecer una asistencia individual y personalizada. Con el fin de que la arquitectura facilite la vida diaria a sus residentes, AMMA apuesta por edificios de nueva construcción. El de Betelu tiene 30 habitaciones, y capacidad para 45 personas, repartidas en tres plantas. Cada planta, que además de las habitaciones cuenta con un comedor, tiene cinco habitaciones individuales y cinco dobles, lo que supone un total de 15 plazas por piso. «Se observa una mayor demanda de habitaciones individuales. Suelen decir que no quieren molestar a su nuevo/a compañero/a de habitación -comenta María Jesús-. La verdad es que pocos casos se han prestado a una posterior reubicación», concluye.

Personal y equipamiento

La plantilla de AMMA Betelu está compuesta por personal con formación en gerocultura , recepción, enfermería, terapia ocupacional, fisioterapeuta, trabajo social, animación (de próxima incorporación) y servicios múltiples (limpieza, mantenimiento, etc.). A esto se añade la grata conexión con los servicios externos de atención primaria: el médico y la enfermera de la zona, servicios sociales, educativos, culturales y de empleo.

Como complemento a la capacitación previa en gerocultura, el personal recibe formación propia de AMMA, con la ayuda de Internet. «Además de unos conocimientos técnicos, hablamos de una actitud. Es muy importante que el trabajo no se convierta en rutina -enfatiza la directora- Estar con la persona mayor, acompañándole, pensando en ella (sentimientos, deseos, etc). Esa es la filosofía de AMMA. Tratar a nuestros residentes como a nosotros nos gustaría que nos trataran».

Atención individualizada

La atención personal, respetando el principio de individualidad, es otro de los pilares de la filosofía que ha convertido a AMMA en referencia dentro del sector. «Cada persona es, en sí misma, un mundo. Y requiere cuidados específicos -explica la directora del centro-. Seguimos protocolos de actuación para todas las intervenciones preventivas, asistenciales y rehabilitadoras. Con cada persona se realiza un plan de atención individualizado, formalizado al ingreso y, día a día, se toma nota de cualquier posible cambio en cada persona».

«Dicho plan se inicia con un reconocimiento sociosanitario-diagnóstico al ingreso, momento en el que se establecen los objetivos de la intervención y se elabora el plan personalizado, incluyendo objetivos, actividades y periodos de supervisión. Las familias son una pieza clave y con ellas planificamos una reunión al año para informar del proceso. Cada cierto tiempo, depende del caso, telefónicamente o aprovechando las visitas a los residentes, actualizamos la comunicación».

«También al ingreso, se presenta a las trabajadoras y al resto de residentes. Se le anima a participar en las actividades y se le facilita la comunicación interpersonal. Estos momentos suelen ser bastante duros para la persona mayor. En cualquier caso, se está muy al tanto de ella y se intenta facilitarle el proceso de adaptación», explica María jesús. Además de los residentes con carácter permanente que en estos momentos habitan en la Residencia AMMA Betelu, diariamente acuden al Centro de Día tres personas del pueblo. Amma Betelu cuenta con 8 plazas de Centro de Día, autorizadas por el Gobierno de Navarra.

Otra opción muy demandada es la de las Estancias Temporales, que pueden ser públicas o privadas. En ambos casos, son las familias las que deciden el tiempo de la estancia, dependiendo de sus necesidades. Puede ser que lo que necesiten sea un respiro vacacional. «Hemos detectado que en la mayoría de los casos, la persona mayor ha veraneado con su familia, pero conforme se incrementan sus cuidados, también aumenta el estrés del/a cuidador/a y se decantan por esta separación temporal. Hemos de asegurar que disfrutan ambos colectivos, por lo general». En cuanto a la demanda privada, se puede dar en cualquier época del año.

Respecto a las Estancias Temporales Públicas, Amma Betelu se viene presentando al concurso del Instituto de Bienestar Social de la Diputación de Álava durante los últimos veranos. La residencia se llena con personas dependientes y también se incrementa el personal para garantizar una adecuada asistencia durante los tres meses.

«En Amma Betelu no existe concierto con el Gobierno de Navarra para la atención asistencial de las personas mayores y solemos hacer de puente, hasta que la correspondiente Administración, bien la de Guipúzcoa, bien la de Navarra, otorgue al/a residente una plaza que se ajuste su situación. Con gran satisfacción por nuestra parte -comenta la directora- porque hay personas que han renunciado a la plaza concertada y se han quedado en nuestra residencia, ya que uno de nuestros mejores valores es que formamos una gran familia y se respira calor humano por los cuatro costados».

AMMA Betelu, además de estos servicios alternativos al hogar, también oferta servicios a lapoblación mayor de la zona. «Hablamos de las comidas a domicilio, servicios de lavandería, préstamo de ayudas técnicas, formación e información de los cuidados en el hogar, actividades de ocio y consultas externas en las especialidades de geriatría, psicogeriatría y neurología»

Un día cualquiera

A las siete y cuarto, los/as residentes empiezan a levantarse, con ayuda de las cuidadoras. El desayuno es a las 09.30 horas en el comedor. Luego, los que quieren, se dirigen a la capilla, situada en la planta baja y un residente dirige las oraciones del día, sin olvidarse de pedir por todas aquellas personas que están en una situación especial: hospitalizadas, que tienen exámenes, que ya se han ido. «No es un sacerdote, pero se levanta a las cinco de la mañana para tenerlo todo listo para los demás. Cada día rezan por una cosa distinta. Es una suerte tenerle», explica María Jesús. La mayoría opta por participar, aunque también hay quien prefiere hacer otra actividad (leer el periódico, gimnasia, pasear, etc.). Los martes, el sacerdote del pueblo celebra la misa.

Habitualmente, la comida es a las 12.30, la merienda a las 16.30 y la cena a las 19.30 y/o a las 20.00 horas. Además, durante el día, se realizan diferentes actividades. «El dibujo, la pintura, juegos de mesa, las actividades espontáneas y creativas pueden ser muy buenas para detener y/o retrasar el avance de la demencia senil», explica la directora. «Algunos/as residentes prefieren pasar la mañana en el gimnasio. Otros/as, pasean por la residencia apoyados/as por la gerocultora, con la que tres días a la semana realizan gimnasia de mantenimiento y algunos ejercicios mnemotécnicos. La lectura del periódico diaria, los documentales y cotilleos televisivos, los comentarios, los juegos de mesa (cartas, bingo, parchis, etc.) y las agradecidas visitas de familiares y amigos/as, ocupan el tiempo. Y el fin de semana, no se pierden ningún partido de pelota.» Al igual que los residentes, el personal de Amma Betelu es bilingüe, y las actividades que se realizan también los son.

Reconocimiento

Implicar a la gente del pueblo en la vida de la residencia es una prioridad de la directora del centro de Betelu. «Queremos que la residencia sea un espacio abierto a la gente: vienen los niños en carnavales, el día del Árbol, en Santa Águeda, en Reyes, Olentzero. Hemos organizado alguna exposición especial con la colaboración del museo etnográfico en Abril. En Navidad viene la coral del pueblo a cantar, y los residentes se animan a cantar con ellos porque traen todas sus canciones escritas y alguna la cantan varias veces juntos, hasta aprenderla bien. La sensación que da la residencia es la de una casa más dentro del pueblo y ese ambiente es el que nos gusta para nuestros residentes» comenta María Jesús.

Esta especial sensibilidad para la convivencia entre los habitantes de la residencia y la gente del entorno, incluyendo a los más pequeños, hizo que AMMA Betelu recibiera el reconocimiento de la Sociedad Navarra de Geriatría y Gerontología en el primer concurso de relaciones intergeneracionales, otorgándole el primer premio.

El de Betelu es uno de los 18 centros gerontológicos que Amma gestiona en la actualidad. El grupo está presente en Navarra, Madrid, Cataluña, Cantabria, Castilla-León, Canarias y Castilla La Mancha. Amma tiene a su cargo 2.589 camas y 700 plazas de día, gracias a la labor de 1.300 profesionales.

902 100 999
www.amma.es