Aparato genital masculino. Próstata. Funciones y enfermedades más comunes


Dra. Daime Pérez Feito. Especialista de Medicina Familiar y Comunitaria. Miembro de Grupo de Trabajo Nacional de Urología de SEMERGEN.

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La próstata pertenece a las llamadas glándulas sexuales accesorias del hombre. Localizada por debajo de la vejiga, alrededor de la uretra (conducto que comunica la vejiga urinaria con el exterior) y por delante del recto (lo que permite examinarla mediante el tacto rectal) y cuya función principal es la producción del líquido prostático durante la eyaculación. Este líquido nutre y protege el esperma durante el acto sexual y constituye el principal componente del semen.

En el hombre joven, la próstata normal tiene el tamaño de una castaña, sin embargo, con el paso del tiempo se produce un aumento progresivo del tamaño.

Enfermedades más frecuentes

La prostatitis. Es una inflamación de la próstata que puede ser de causa infecciosa o no. Las prostatitis agudas pueden ser causadas por enfermedades de transmisión sexual. A menudo dan muchos síntomas e incluso fiebre. Las prostatitis crónicas suelen asentarse en las próstatas grandes, de personas de más de 50 años con hipertrofia prostática benigna. Los síntomas pasan generalmente desapercibidos. El tratamiento antibiótico suele realizarse durante semanas en las prostatitis.

La hipertrofia benigna de próstata (HPB). No se trata de cáncer, son cambios normales que sufre la próstata en los hombres a medida que envejecen y está directamente relacionada con la edad. Su presencia favorece la aparición de infecciones urinarias. Puede causar síntomas de irritación de la vejiga (irritativos) o de obstrucción de la uretra por el crecimiento de la glándula (obstructivos).

A pesar de ser una patología frecuente sólo un 50% de estos pacientes con cambios histológicos van a presentar manifestaciones clínicas prostáticas y solicitarán consejos a su médico de cabecera o Urólogo.

Los dos grupos de síntomas son:

Síntomas obstructivos

  • Reducción del calibre y de la fuerza del chorro de orina.
  • Alargamiento del tiempo de micción.
  • Dificultad en el comienzo de la micción.
  • Goteo post-miccional.

Síntomas irritativos

  • Aumento del número de frecuencia de las micciones.
  • Necesidad de levantarse por la noche para orinar.
  • Dolor en el bajo vientre, con irradiación a los testículos.
  • ensación de peso en el bajo vientre.
  • Escozor durante la micción.
  • Necesidad urgente de orinar.

Su médico le puede suministrar un fácil cuestionario sobre todos estos síntomas donde se valora la intensidad de los mismos y la repercusión que conllevan sobre su calidad de vida.

Escala internacional de síntomas prostáticos

Con estos datos, un adecuado interrogatorio, un examen físico (incluye Tacto Rectal) y una analítica de sangre (incluye PSA) y orina se decide la conducta a seguir y el tratamiento más adecuado.

La propia escala realizada en momentos diferentes (antes o durante) del tratamiento nos valorará la eficacia del mismo.

Los objetivos del tratamiento en HBP son: disminuir los síntomas del paciente, mejorar su calidad de vida y evitar que aparezcan complicaciones.

Entre las opciones terapéuticas tenemos: vigilancia expectante y medidas higiénico-dietéticas, tratamiento médico o tratamiento quirúrgico. La elección de uno u otro dependen de los síntomas y de los resultados de los exámenes complementarios.

El cáncer de próstata. Es muy común en los hombres. En la mayoría de los hombres evoluciona paulatinamente (mueren por causas naturales muchos años después) sin que el cáncer les afecte la calidad de vida. No obstante el diagnóstico precoz es siempre de vital importancia para el tratamiento adecuado y más efectivo en cada caso.

Lo escuchamos con frecuencia, pero realmente…¿Qué es el PSA?

Es una sustancia proteica producida por el tejido prostático y aunque habitualmente se utiliza para detectar la presencia o no de cáncer debemos señalar que NO es un marcador tumoral por lo que su elevación no traduce únicamente la presencia de cáncer. Es muy sensible ante cualquier alteración de la glándula, por lo que no es específico de enfermedad tumoral.

El PSA también podría aumentar normal y lentamente conforme avanza la edad del hombre, incluso si la próstata es normal o en las inflamaciones (prostatitis o HBP). Existen tablas para valorar dichas elevaciones según en rango de edad en que se encuentre el paciente.

Por esta característica se prefiere su control en todo hombre mayor de 50 años de edad, con o sin síntomas haciendo particular énfasis si el paciente presenta antecedentes familiares de cáncer prostático en los que se podría aconsejar dicha medición incluso antes de esta edad.

Casos particulares donde tenemos que solicitar PSA:

  • Hombres mayores de 50 años que consulten por los síntomas descritos.
  • Hombres mayores de 45 años con antecedentes de un familiar con cáncer de próstata.
  • Hombres mayores de 40 años con antecedentes de 2 ó más familiares con cáncer de próstata.
  • Hombres de raza negra, de más de 45 años con síntomas.

Actualmente la medición del PSA en varones mayores de 70 años con esperanza de vida inferior a 10 años no está recomendada, tampoco en aquellos en los cuales una alteración del valor no nos hará modificar el tratamiento que se lleva en ese momento.