Cambios de postura en los pacientes encamados en nuestro domicilio


Lain Nagore Úbeda. Celador. Complejo Hospitalario de Navarra. Mónica Sanjuan Rico. Enfermera. Complejo Hospitalario de Navarra

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Cada vez es más frecuente tener un familiar encamado o con poca movilidad en nuestro domicilio. Estos pacientes necesitan una serie de cuidados especiales que requieren la movilización del mismo y lo más habitual es que las personas encargadas de los cuidados no tengan formación de este tipo. Es importante conocer las técnicas para que las movilizaciones sean efectivas y no agraven las patologías de nuestros familiares a la vez que cuidemos nuestra salud postural y no padezcamos ninguna lesión.

A continuación vamos a ver una serie de técnicas que nos ayudarán a realizar dichos trabajos con menos esfuerzo y con un mejor resultado.

Los cambios posturales son las modificaciones realizadas en la postura corporal del paciente encamado. Para realizar estos cambios se deben seguir unas normas generales tales como:
• Procurar realizar el esfuerzo con los músculos mayores y más fuertes (muslos y piernas).
• Acercarnos lo máximo posible a la cama del enfermo para que el esfuerzo sea menor, y la columna vertebral debe estar erguida.
• Es preferible deslizar y empujar, que levantar.
• Cuando sea posible, debe actuar más de una persona.
Es importante que si la persona que tenemos a nuestro cuidado puede colaborar lo haga así será más sencilla la movilización y sirve como terapia tanto física como psicológica, el poder ayudar siempre es positivo para el paciente.

Movilización del paciente hacia un lateral de la cama

Ubíquese en el lado de la cama hacia el cual va a trasladar al paciente:
1. Colocar un brazo debajo del hombro del paciente, sujetándolo sobre la axila opuesta.
2. Poner el otro brazo por debajo de la cadera, desplazándolo hacia la otra cadera.
3. Si el paciente es corpulento, debe realizarse entre dos personas.
4. Movilizarlo con cuidado a la posición deseada.

Giro del paciente encamado de decúbito supino (boca arriba) a decúbito lateral (de lado)

Ubíquese en el lado de la cama hacia el que va a girar el paciente:
1. En primer lugar, se desplaza al paciente hacia el lado de la cama contrario al decúbito deseado, para que al girarlo quede el paciente en el centro de la cama.
2. Se le pide al paciente que estire el brazo hacia el lado que va a girar el cuerpo y que flexiona el otro brazo sobre el pecho.
3. Se le pide que flexione la rodilla del miembro que va a quedar por encima.
4. A continuación se debe colocar uno de sus brazos por debajo del hombro y el otro por debajo de su cadera.

 

 

 

 

 

5. Girar al paciente hacia el lado en que se encuentra el cuidador, dejándole colocado en decúbito lateral.

Forma de sentar al paciente en el borde de la cama

1. El cuidador adelanta un brazo, el más próximo a la cabecera, y rodea los hombros del enfermo, y el otro lo coloca en la cadera más lejana del enfermo.
2. Con esta mano hace que la cadera y las piernas giren de modo que queden colgando del borde de la cama.
3. Con el otro brazo ayuda a erguir el tronco. Una vez sentado se le pueden poner las zapatillas.

Pasar al paciente de la cama a la silla de ruedas

1. Lo primero y más importante es fijar las ruedas.
2. Si la cama está muy alta se colocará un escalón que sea firme y que tenga una superficie suficiente para que el paciente se mueva sin caerse.
3. El paciente se sentará al borde de la cama y se pondrá, con la ayuda del cuidador, las zapatillas.
4. Si el paciente no puede hacer solo los movimientos para sentarse al borde de la cama, se le ayudará de la manera indicada en el punto anterior.
5. La silla se coloca con el respaldo en los pies de la cama y paralela a la misma.
6. El cuidador se coloca frente al enfermo con el pie que está más próximo a la silla por delante del otro.
7. El paciente pone sus manos en los hombros del cuidador mientras éste lo sujeta por la cintura.
8. El enfermo pone los pies en el suelo y el cuidador sujeta con su rodilla más avanzada la rodilla correspondiente del enfermo para que no se doble.
9. El cuidador gira junto al enfermo y, una vez colocado frente a la silla, flexiona las rodillas para que el enfermo pueda sentarse en la silla.

Con éstas sencillas técnicas se consigue una movilización rápida y eficaz de las personas con una movilidad reducida a la par que cuidamos nuestra espalda.

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