Comer (bien) en primavera


M. Iosune Zubieta, Susana Santiago y Marta Cuervo

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La primavera es la época en la que se deja atrás el frío y humedad del invierno para pasar a la estación más cálida del año. Su llegada y transcurso influye en diferentes ámbitos, desde el alimentario y estilo de vida, con cambios en la dieta y aumento de actividades al aire libre, hasta el sanitario, con la aparición de la popularmente denominada «astenia primaveral» y donde destaca el aumento de los procesos alérgicos.

Comer en primavera

Al inicio de la primavera, se podan y plantan gran variedad de árboles frutales, verduras, hortalizas, legumbres, etc. Conforme avanza la estación, la naturaleza va despertando con la floración de las plantas y árboles, y como resultado, aparecen nuevos alimentos que visten la mesa de alegres y llamativos colores acompañados de sugestivos aromas. Las frutas, verduras y hortalizas son los productos más destacados. En este sentido, se ha llegado a considerar que la primavera es una de las mejores estaciones para el consumo de verduras y hortalizas frescas como lechuga, espárragos, ajos frescos, setas, etc. Y de frutas como cerezas, ciruelas, fresas, albaricoques, melocotón, etc.

Todo esto favorece que, en comparación con otras estaciones del año, la dieta en primavera resulte menos grasa y más rica en fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes, compuestos asociados a la prevención de diferentes enfermedades (cardiovasculares, cáncer, obesidad.) y mantenimiento de la salud. Además, como respuesta a la subida de las temperaturas, es frecuente aumentar la ingesta de líquidos.

Claves para comer bien

Comer bien debería ser un objetivo perseguido durante todo el año e implica tener en cuenta las particularidades de cada persona. En las últimas décadas, numerosos estudios han señalado que la alimentación está directamente relacionada con un gran número de enfermedades, el rendimiento físico e intelectual, e incluso con la salud psicológica, lo que ha llevado a considerar que a través de modificaciones en los hábitos alimentarios se puede intervenir favorablemente en este sentido. Por ello, aunque no existe una única dieta ideal para todas las personas, se han definido pautas de alimentación, recogidas bajo la denominación de Alimentación Saludable, dirigidas a promover el mantenimiento de la salud y la prevención de enfermedades, fomentando así, una mayor esperanza y calidad de vida. Este tipo de alimentación se caracteriza por ser:

  • Suficiente y equilibrada en energía y nutrientes: Suficiente para cubrir las necesidades teniendo en cuenta la edad, sexo, actividad y situación fisiológica; y equilibrada, en lo que se refiere a la proporción de nutrientes.
  • Variada, puesto que no hay un único alimento que contenga todos los nutrientes, ya que éstos están distribuidos en los diversos alimentos.
  • Adaptada y agradable, teniendo en cuenta las individualidades de la persona a la que se dirige, para que sea mantenida a lo largo del tiempo.
  • Y, segura, para evitar problemas de salud relacionados con ella como pueden ser las intoxicaciones alimentarias.

Pautas de una Alimentación Saludable

  1. Realiza mínimo 4 comidas al día, respeta horarios, evita picotear y no te saltes ninguna, especialmente el desayuno.
  2. Evita distracciones durante las comidas, no tengas prisa por terminar y procura comer en familia.
  3. Varía la dieta, aprovecha los alimentos de temporada, échale imaginación y huye de la monotonía.
  4. Cuida la calidad de los alimentos que consumes, elige preferentemente alimentos frescos y poco procesados. Prefiere los bajos en grasa, azúcar y sal; los cereales en sus formas integrales y la grasa vegetal, preferentemente en forma de aceite de oliva.
  5. Prepara los alimentos cuidando la adición de aceite, azúcar y sal. Prueba nuevas recetas y condimentos como, por ejemplo, hierbas aromáticas.
  6. Toma diariamente la cantidad suficiente de alimentos básicos: Incluyealimentos hidrocarbonados como patata, arroz, pasta o pan en todas las tomas; procura que las verduras, hortalizas y frutas sumen un mínimo de 5 raciones al día y toma a diario por lo menos una ensalada y una fruta rica en vitamina C; loslácteos no deben faltar, representando hasta 3-4 raciones diarias y no te olvides de tomar una ración de carne, pescado (azul y blanco) o huevo en comida y cena.
  7. Distribuye adecuadamente los alimentos en las diferentes tomas. Realiza los desayunos completos, respeta la secuencia de 1er plato, 2º plato y postre en las comidas principales, siendo la cena siempre más ligera que la comida y cuida los almuerzos y meriendas.
  8. Fast-food, dulces, precocinados, etc. ¿por qué no? pero de manera ocasional.
  9. Procura beber mínimo 1,5 a 2 litros de líquido al día, preferentemente en forma de agua.
  10. Además, ten presente que no sólo es aconsejable realizar una alimentación saludable, sino también mantener unos hábitos de vida saludables, ya que ambos se consideran pilares fundamentales para la promoción de la salud, el bienestar físico e incluso emocional. Intenta evitar el sedentarismo, el alcohol y el tabaco; y mantén una actitud crítica frente a las modas alimentarias, mensajes publicitarios, etc.

    Cómo superar la Astenia primaveral

    La astenia se define como falta de energía o vigor. Es un síntoma general que puede aparecer en múltiples enfermedades, tanto orgánicas como funcionales e incluso en los cambios de estación, como es el caso de la «astenia primaveral». Aunque no se conoce con claridad, el motivo de su aparición se relaciona con el cambio climático propio de la estación y con los procesos alérgicos característicos que la acompañan. Consiste en un trastorno leve de corta duración caracterizado por la presencia de síntomas tanto físicos como psíquicos. Para ayudar a prevenirla y paliar sus síntomas, se recomienda además de mantener los consejos descritos de alimentación saludable y hábitos de vida, respetar las horas de descanso o sueño, mantener horarios regulares, llevar una vida ordenada y evitar la inactividad.

    Tiempo para curas depurativas, ayunos y dietas para perder peso

    La cercanía del verano y el hecho de que la primavera sea una estación de transición, hace que muchas personas se planteen, por un lado, someterse a «curas depurativas» a través de ayunos, semiayunos, etc.; y por otro, perder peso mediante dietas que prometen grandes resultados sin esfuerzo y en poco tiempo, las llamadas «dietas milagro». En este sentido, en esta época del año, muchos medios de comunicación publican gran cantidad de información sobre dietas, productos, trucos, etc. que en general NO están aceptados por la comunidad científica y que, en la mayoría de los casos, no tienen el efecto que prometen pudiendo perjudicar seriamente el estado de salud.

    De hecho, se han descrito desde déficits nutricionales hasta la muerte en personas que han seguido alguno de estos consejos o dietas. En todos los casos, siempre que se pretenda perder peso se debe acudir a un especialista en nutrición como el dietista-nutricionista.

    Consejos alimentarios para paliar las alergias en primavera

    En personas alérgicas, además de seguir una alimentación saludable, para favorecer el adecuado estado de forma de las defensas del organismo y así contribuir a la prevención y mejor superación de los ataques de alergia, tan frecuentes en esta época del año, se recomienda mantener una dieta rica en antioxidantes y ácidos grasos omega-3. Ya que, tal y como señalan diferentes estudios, una dieta rica en antioxidantes presentes en verduras y frutas, especialmente frutas ricas en vitamina C, como los cítricos, se relaciona con la mejora de las dificultades respiratorias. Y el consumo de alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, como pescados, especialmente los azules, parece reducir el riesgo de sufrir alergia.