Cómo puedo sospechar que estoy padeciendo un problema cardiaco


Dr. Miguel Ángel Imízcoz Zubigaray . Cardiólogo del Área Clínica del Corazón. Complejo Hospitalario de Navarra

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Cada día son muchas las personas que enferman de su corazón, y las enfermedades cardiovasculares junto con algún tipo de cáncer se encuentran entre las primeras causas de enfermedad y muerte. El sistema cardiovascular puede enfermar a varios niveles, pero nos limitaremos a conocer alguno de los problemas cardiacos más frecuentes. Las causas pueden ser varias, por una parte está el propio envejecimiento cardiaco, que igual que el resto del organismo, también envejece, y por otra parte podemos decir que en función del tipo de vida que hemos seguido tendremos más riesgo de padecer alguna de las diferentes enfermedades cardiacas.

¿Pero cómo sabemos que estamos sufriendo un problema cardiaco? Sin olvidar que el diagnóstico preciso corresponde al personal sanitario, cada uno de nosotros puede ponerse en guardia si identifica alguno de los síntomas que describiremos a continuación. Con el fin de hacerlo más sencillo contaremos de forma resumida la historia de varios enfermos, con nombres figurados y los síntomas que padecieron.

Infarto de miocardio

Pedro es un hombre de 59 años, que volvió de trabajar del turno de tarde, cenó y se acostó. Es fumador de 15 cigarrillos al día y en los análisis de empresa alguna vez le habían dicho que tenía el colesterol algo alto. A las tres de la madrugada se despierta con un dolor que nunca había sentido, en el centro del pecho, lo nota como si tuviera un peso sobre él, se encuentra mal y comienza a preocuparse al no desaparecer en unos minutos y comenzar a notar que ambos brazos están como agarrotados. Al cuarto de hora, asustado, despierta a su mujer, que avisa a los servicios de urgencia.

¿Qué está sucediendo? La historia que nos cuenta Pedro es la más típica de un infarto agudo de miocardio. Es un hombre con algún factor de riesgo de padecer enfermedad coronaria (es fumador y tiene el colesterol algo alto), y sin tener ningún aviso previo comienza con dolor en el pecho, que tiene carácter de opresión, y dura más de 15 minutos. Aunque todavía no sabemos cómo están sus arterias coronarias lo más probable es que en alguna de ellas se ha formado un trombo que la ha ocluido completamente y el dolor se produce porque la zona de miocardio que depende de esa arteria se ha quedado sin riego. El objetivo es actuar lo más rápidamente posible para conseguir deshacer el coagulo. Esto se puede hacer con medicamentos o con un catéter. Debemos intentar recuperar la mayor parte de miocardio y cuanto antes se actúe, más musculo cardiaco se salva.

Angina de pecho

Virtudes es una mujer de 67 años. Varios miembros de su familia han padecido problemas coronarios. Hace años que le diagnosticaron hipertensión arterial. Acude a su médico porque desde un mes antes, al salir de casa, sobre todo si hace frio o cuando camina rápido por la calle con algo de peso, nota sensación de malestar en el centro del pecho y la espalda que le obligan a pararse desapareciendo en menos de un minuto. Nunca ha tenido síntomas cuando está en casa y siempre los dolores han sido muy cortos.

Virtudes está sufriendo desde hace un mes angina de pecho, que a diferencia del infarto de miocardio no llega a destruir el músculo cardiaco. Es casi seguro que alguna de sus arterias coronarias está enferma, pero no ocluida del todo. La alternativa que decidirá su médico será comenzar con fármacos o en algunos casos le aconsejará realizar un cateterismo cardiaco para conocer el estado de sus arterias.

Insuficiencia cardiaca

Tiene 79 años, es Carmen. A los 65 años sufrió un infarto de miocardio, que aunque no tuvo complicaciones ya le dijeron que le había dejado su corazón más débil. Estos años los ha pasado bien, cuidándose, pero en los últimos meses, después de padecer una gripe siente que tiene dificultad para respirar. Al principio le costaba subir escaleras, pero ahora tiene que pararse varias veces al pasear por llano. Alguna noche se ha despertado con necesidad de sentarse en la cama, hasta recuerda una noche que durmió varias horas en un sillón. Coincidiendo con esto orina algo menos, se le hinchan los tobillos para final de la tarde y se ha sorprendido porque comiendo menos ha ganado dos kilos de peso en el último mes.

¿Qué le pasa a Carmen? Lo que nos cuenta son síntomas de insuficiencia cardiaca. Alguna parte de su corazón ya quedó débil después de aquel infarto y es frecuente que a lo largo de los años esa misma zona, u otras próximas e debiliten de forma que la función de impulsar la sangre que tiene el corazón se vea alterada, y basta un problema menor como es una gripe la que ponga de manifiesto esta debilidad. A Carmen hay que decirle que no podremos cambiar su corazón, pero que disponemos de medicamentos muy potentes que casi seguro le volverán a permitir hacer la misma vida que hacía antes de este incidente.

Síncope

Llamamos síncope a la pérdida de conocimiento que se produce porque durante un corto periodo de tiempo no llega suficiente sangre al cerebro.

Hermenegildo ya tiene 86 años. Ha trabajado toda su vida en el campo y todavía hace pequeñas labores en su huerto. Nunca ha tenido problemas, pero desde hace un par de semanas tiene mareos bruscos, muy cortos, que no se acompañan de otros síntomas. Consulta porque estando hablando con un amigo, se desploma bruscamente, cae al suelo golpeándose en la cabeza, y en pocos segundos recupera el conocimiento. Sabe dónde está y dice: ¿Qué me ha pasado? .Su amigo nos cuenta que no le notado nada antes de caerse y que aunque no sabe con precisión cuanto tiempo ha estado inconsciente le parece que no ha llegado ni a un minuto.

Lo más probable es que Hermenegildo haya presentado una pérdida de conocimiento porque su ritmo cardiaco se ha detenido durante unos segundos. Son suficientes unos 8 a 10 segundos de pérdida del ritmo para que se pierda el conocimiento. El sistema de control de la frecuencia cardiaca, similar a un sistema “eléctrico”, también envejece y se vuelve más torpe dando lugar en algunos sujetos a pausas del ritmo. En ocasiones es muy difícil demostrar este hallazgo, pero si en el electrocardiograma del paciente comprobamos esta alteración el problema se puede resolver implantando un marcapasos. A Hermenegildo, después de colocarle el marcapasos se le puede permitir que siga haciendo pequeños trabajos a los que estaba acostumbrado.

Arritmias

Ana, con 19 años, ya ha visitado el Servicio de Urgencias en varias ocasiones porque brúscamente comienza a notar que su corazón se dispara en el pecho. Suele esperar unos minutos, pero ya sabe por experiencia que si no cede debe acudir al hospital donde le ponen un medicamento intravenoso que rápidamente normaliza el ritmo de su corazón. Después de la crisis se queda un poco más cansada, pero al día siguiente ya hace su vida normal, incluso juega en un equipo de baloncesto y lo lleva bien. Ana sufre un problema del ritmo del corazón que llamamos arritmia porque posiblemente desde antes de su nacimiento, cuando se está formando el corazón, se produce alguna anomalía que facilita la aparición de alteraciones en el ritmo cardiaco. Si acude a su médico le aconsejará el tratamiento para terminar una crisis cuando se ha producido, pero según el tipo de la arritmia puede proponerle solucionar el problema definitivamente con técnicas de radiofrecuencia aplicadas con catéteres dentro del corazón. Puede merecer la pena aceptar esta técnica si la solución es definitiva.

Consejos generales

  • Cuando sienta alguno de los cuadros clínicos descritos CONSULTE. El diagnóstico lo hará el personal sanitario.
  • Recuerde que el tiempo es importante para evitar más daño a nivel del corazón.
  • Algunas enfermedades se pueden evitar o al menos conseguir que sean menos trascendentes con la PREVENCION de las mismas y el AUTOCUIDADO.