¿Cuáles son los efectos del calor en la salud?


Dra. Marien Navarro Elizondo- Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria

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Durante los periodos calurosos (olas de calor) se producen un mayor numero de descompensaciones de enfermedades crónicas, siendo este problema mucho más relevante que los llamados ”golpes de calor o hipertermias”.

¿A qué se debe el deterioro de la salud por el aumento de la temperaturas?

Los seres humanos como todos los mamíferos somos animales de sangre caliente, esto nos permite tener una mayor actividad en una gran variedad de ambientes, pero nos obliga a controlar nuestra temperatura interna en unos rangos muy estrecho entre 36º y 37º, cifras necesarias para que nuestro organismo tenga un funcionamiento optimo. Esta regulación la realizamos controlando la producción de calor por un lado y regulando las perdidas por el otro.
La producción de calor fundamentalmente se realiza por el consumo de sustancias empleadas en nuestro metabolismo, azucares, proteínas y grasas, en el hígado o con la actividad muscular(ejercicio). En los meses fríos necesitamos mayor producción energética(metabolismo) para mantener nuestra temperatura y por eso consumimos alimentos mas ricos en calorías. En verano por el contrario reducimos nuestras comidas.
La perdida de calor se realiza por la evaporación de sudor de nuestra piel y por la trasferencia de calor entre nuestro cuerpo y el aire que nos rodea, aunque no son los únicos mecanismos son los dos fundamentales.
En las situaciones en las que la temperatura del medio ambiente se eleva la trasferencia de calor del cuerpo al medio se reduce o incluso la temperatura del medio puede hacernos ganar calor. Aquí entra en funcionamiento un mecanismo que nos permite vivir con temperaturas superiores a los 36ª, nuestro cuerpo se enfría al evaporar sudor sobre nuestra piel.
Diariamente evaporamos entre uno y dos litros de sudor pudiendo llegar hasta unos sorprendentes 6 litros diarios. Evaporar sudor no es una acción que al organismo le resulte gratuita; necesita tener agua disponible, que estemos bien hidratados, que el corazón y el sistema cardiovascular tenga un buen funcionamiento para llevar gran cantidad de sangre a la piel y que la sangre aporte el agua necesaria a las glándulas sudoríparas.
El mantener este esfuerzo cardiovascular es la causa de la mayoría de las complicaciones que aparecen durante el periodo de verano por efecto de la temperatura.
La puesta en marcha de este sistema de regulación en personas sanas pasa desapercibido o como mucho manifestamos sensación de agobio o cansancio. En las personas con enfermedades cardiovasculares o fármacos que impiden un normal funcionamiento ocasiona una sobrecarga que pone en riesgo a los pacientes. El mayor problema se produce cuando las temperaturas son elevadas durante varios días y mas aun si por la noche no se produce bajada de la temperatura que permita a nuestro organismo tener un descanso nocturno.
Otro factor muy importante es la humedad. Si el ambiente es muy húmedo el sudor no se evapora y nuestra piel está permanentemente húmeda, pero no se enfría. Esta es la razón por la que el calor se tolera bien en ambientes secos y resulta intolerable en ambientes húmedos.
Los pacientes con enfermedades cardiovasculares, obesos, con deterioros cognitivos, son los más propensos a sufrir problemas y deben recibir una atención especial durante estos días.
También puede ocurrir en personas que toman varios medicamentos como anticolinérgicos, antiparkinsonianos o diuréticos, y en ocasiones también en adultos sanos si se exceden en la exposición ambiental.

Trastornos producidos por el calor

Los trastornos producidos por calor son el resultado del fracaso de los mecanismos fisiológicos que mantienen la temperatura corporal ante una sobrecarga de calor interna o ambiental.
La gravedad de estos trastornos va desde los leves como los calambres, el agotamiento y el síncope, hasta la forma más grave, que es el golpe de calor.

1. Agotamiento por deshidratación. Es una reacción sistémica secundaria a la exposición prolongada al calor con pérdida de agua y sales.
Aparecen distintos síntomas como sed intensa, cefalea, vértigo, cansancio, irritabilidad, hipotensión, taquicardia e hiperventilación, debido a la pérdida de líquidos y electrolitos y a alteraciones del sistema nervioso central.

2. CALAMBRES. Son espasmos dolorosos de los músculos voluntarios del abdomen y de las extremidades debido a la pérdida de sales y electrolitos.

3. SÍNCOPE. Es un síntoma que indica que hay un aporte insuficiente de sangre, oxígeno o glucosa al cerebro. El paciente lo describe como una sensación de vahído, con visión borrosa y de tambaleo postural. El desmayo no suele durar mucho y la recuperación es rápida. Tan pronto como el paciente se coloca en posición horizontal, el sistema vuelve a la normalidad.
Está causado por una crisis circulatoria al intentar mantener la presión sanguínea y conseguir aportar oxígeno al cerebro. Cuando el corazón está más activo (durante el ejercicio, por ejemplo), la presión sanguínea puede mantenerse elevada durante más tiempo y el calor corporal aumenta progresivamente junto con el estrés cardiovascular provocando un agotamiento. En estos casos, si el calor provocado por el ejercicio y/o el clima no es eliminado, puede progresar a un golpe de calor.
4. GOLPE DE CALOR. Aparece cuando el organismo pierde el control de la temperatura corporal que sube por encima de los 40,5ºC, provocando daño en las estructuras celulares y en el sistema termorregulador, con un alto riesgo de mortalidad. El golpe de calor puede o no asociarse al ejercicio. Es típico diagnosticarse en adultos jóvenes y sanos que hacen ejercicio con temperaturas o humedades ambientales superiores a las normales.
Se caracteriza por reducción o cese de la sudoración (síntoma precoz), cefalea, mareo, confusión, taquicardia, piel caliente y seca, inconsciencia y convulsiones. Entre las complicaciones que puede provocar se incluyen síndrome de distres respiratorio del adulto, fallo renal, fallo hepático y coagulación intravascular diseminada.
Los ancianos son más susceptibles de padecer un suceso relacionado con el calor debido a los cambios intrínsecos en su sistema regulatorio y a la interacción que provoca la mayor toma de medicamentos con la homeostasis, que al estar afectada, no permite que funcionen adecuadamente todos los mecanismos que se ponen en marcha cuando aumenta la temperatura corporal.

¿Cuáles son las señales del golpe de calor?

  

Las señales del golpe de calor varían, pero pueden incluir: Piel enrojecida, caliente y seca (sin sudor), Dolor de cabeza palpitante, Mareo,
Náuseas, Confusión, Pérdida del conocimiento, Palpitaciones (pulso rapido y fuerte)…
Una temperatura corporal extremadamente elevada (por encima de 103°F ó 39.5°C).

¿Qué debo hacer si veo a alguien con señales de golpe de calor?

    

Si usted observa alguna de estas señales, es probable que se trate de una emergencia que puede ser mortal. Pídale a alguien que solicite ayuda médica inmediata mientras usted empieza a enfriar a la víctima. Haga lo siguiente:
• Lleve a la víctima a un área sombreada.
• Enfríe a la víctima rápidamente con cualquier método a su disposición. Por ejemplo, introduzca a la víctima en una bañera con agua fría o bajo una ducha fría; rocíela con agua fría con una manguera; aplíquele agua en todo el cuerpo con una esponja; o, si hay poca humedad, envuelva a la víctima en una sábana fría y mojada y abaníquela vigorosamente.
• Vigile la temperatura corporal y siga tratando de enfriar a la víctima hasta que su temperatura descienda a 101-102°F (entre 38°C y 39°C).
• Si el personal médico de emergencia tarda en llegar, llame al servicio de urgencias de un hospital y pídale instrucciones adicionales.
• No le dé a la víctima bebidas alcohólicas.
• Consiga asistencia médica lo antes posible.

¿Cómo pueden las personas proteger su salud cuando las temperaturas son extremadamente altas?

  

Recuerde mantenerse fresco y utilizar el sentido común. Beba líquidos en abundancia, reponga las sales y los minerales, lleve ropa adecuada y aplíquese un protector solar, reduzca su actividad, permanezca en un interior fresco, programe con cuidado las actividades al aire libre, acuerde un sistema de cuidado mutuo con sus amigos, vigile a las personas más susceptibles y ajústese al medio ambiente.

5. INSOLACIÓN. Tiene una relación directa con el tiempo de exposición solar (sobre todo en la cabeza). Por lo demás, no presentan diferencias con el golpe de calor en cuanto a su sintomatología clínica y tratamiento:
• Congestión facial: Rubicundez de la zona de mejillas y frente, fundamentalmente. Cara roja y caliente.
• Cefalea: Dolor de cabeza sobre todo en la región frontal.
• Naúseas y Vómitos
• Fatiga y Calambres Musculares
• Sed Intensa y Sudoración Profusa: En algunos casos puede faltar la sudoración sobre todo en los que se ha instalado el golpe de calor con deshidratación.
• Alteración de la conciencia y Convulsiones: En etapas avanzadas sin recibir asistencia médica oportuna.

Tratamiento general de los trastornos  por calor

En todos los casos de trastornos producidos por el calor se deben adoptar una serie de medidas: Bajar la temperatura realizando las siguientes actuaciones:
• Trasladando al afectado a la sombra, a lugar fresco y tranquilo.
• Manteniendo la cabeza un poco alta.
• Intentando refrescarle mojando su ropa; con compresas de agua fría y bolsas de hielo sobre la cabeza.
• Hidratar· Administrando abundante agua siempre que la persona esté consciente.
• Si fuese necesario, solicitar ayuda médica.

Medidas preventivas

Se deben tener en cuenta una serie de consejos que pueden evitar mayores efectos perjudiciales provocados por un excesivo calor:
• Aumentar la ingesta de líquidos sin esperar a tener sed para mantener una hidratación adecuada. Es útil ingerir soluciones isotónicas con el organismo (soluciones de rehidratación oral).
• Evitar bebidas alcohólicas, muy azucaradas o que contengan cafeína, ya que causan una mayor pérdida de líquidos corporales. Se debe tener cuidado con las bebidas muy frías, debido a que pueden producir calambres en el estómago.
• Evitar comidas muy copiosas.
• Tomar abundantes frutas y verduras, teniendo especial cuidado en su manipulación y limpieza para evitar posibles trastornos digestivos que agravarían el problema.
• No exponerse al sol en exceso, especialmente en las horas centrales del día.
• Reducir la actividad física.
• Descansar con frecuencia a la sombra.
• Usar ropa ligera y holgada, preferentemente de fibras naturales y de colores claros, sombrero, gafas y protectores solares para la piel, que protejan frente a los rayos UVA y UVB y con un factor de protección mínimo de 15.
• Permanecer en espacios ventilados o acondicionados.
• Prestar especial atención a personas de riesgo (niños, ancianos y enfermos)

Recomendaciones

• Es necesario corregir el desequilibrio entre la ingesta y la eliminación de líquidos para evitar la deshidratación, que dará lugar a la aparición de los efectos negativos que provoca el calor en el organismo. Se deberá aumentar el consumo de líquidos e incluso si fuese necesario, tomar sueros isotónicos que normalicen los niveles sales y de agua.
• Si se realiza ejercicio físico, no esperar a tener sed para beber. Es conveniente beber agua antes, durante y después de la actividad física. Las soluciones de rehidratación oral son los productos de elección, toda vez que aportan, de manera perfectamente dosificada, las necesidades de electrolitos, sales y agua.
• Se debe evitar el consumo excesivo de alcohol, ya que perjudica y empeora las condiciones de control de la temperatura corporal.
• Si se está en tratamiento con fármacos como diuréticos, ß-bloqueantes, anticolinérgicos, digitálicos y barbitúricos pueden causar, entre otros efectos, depleción de volumen, por lo que podrían agravar los procesos provocados por el calor. En caso de estar tomando algún medicamento de estos grupos, conviene extremar las precauciones y consultar al especialista.
• Algunas enfermedades pueden causar deshidratación o influir en el centro termorregulador hipotalámico. En este sentido, enfermedades agudas como diarrea, infecciones o quemaduras cutáneas, y crónicas como hipertensión, enfermedades mentales, obesidad e hipertensión, también requieren unas precauciones especiales a la hora de prevenir el golpe de calor.

Recordad que el tiempo de instalación del golpe de calor e insolación va a depender de cada organismo, su estado de hidratación previa y el horario de exposición al sol.

La deshidratación

Es la disminución aguda del agua total del organismo, por disminución de la ingesta o por aumento de las pérdidas, más comúnmente por ambas situaciones asociadas. Este déficit de líquido cursa con disfunción de todos los procesos metabólicos del organismo.
Las causas varían según los grupos etarios:
• Lactantes y niños pequeños: fiebre, diarrea, vómitos, de diversas causas.
• Niño escolar: fiebre, diarrea, vómitos, aumento de pérdidas por calor con ingesta insuficiente.
• Adultos: Aumento de las pérdidas por el calor y/o gran sudoración, diarrea, vómitos.
• Ancianos: Disminución de la ingesta, aumento de las pérdidas por el calor y/o gran sudoración, diarrea, vómitos.
De acuerdo al cuadro clínico se la clasifica en deshidratación leve, moderada o grave, según presente mayor o menor signo-sintomatología:
• Excesiva sed y sequedad de lengua y mucosa oral.
• Disminución o ausencia de diuresis.
• Taquicardia y pulso débil.
• Pliegue de piel persistente (se pellizca en dorso de la mano, el pliegue debe desaparecer rápidamente).
• Ojos hundidos.
• Aspecto somnoliente y confundido, en etapas avanzadas puede haber irritabilidad o coma.
La deshidratación leve y moderada se puede tratar por vía oral, teniendo en cuenta:
• Trasladar al paciente a un lugar de sombra, fresco y ventilado.
• Colocarlo en posición semisentada,
• Hidratarlo dándole de beber pequeños sorbos de agua fresca, si se cuenta con sales de rehidratación oral de la OMS, es preferible su administración, a un volumen de 20ml/kg de peso en 20 a 30 minutos.
• Derivación para observación médica.
• La deshidratación grave ( muy sintomática ) requiere siempre derivación para evaluación, control y tratamiento por guardia hospitalaria.

Errores más comunes

• Mojarse la cabeza y luego aplicarse un gorro mojado: Esto disminuye la posibilidad del organismo de eliminar calor por la cabeza, por el aumento de la humedad local y conduce al desarrollo del golpe de calor.
• Tomar agua solo cuando aparece la sed: El organismo siente sed cuando ya lleva entre 20 y 30 minutos de deshidratado, por lo cual se debe tomar líquido 30 minutos antes de empezar la actividad física y cada 20 minutos durante la misma. Las bebidas “colas” son poco eficaces para la hidratación.
La práctica de natación (entrenamiento o recreativa) también puede conducir a la deshidratación. El organismo humano requiere consumir agua para hidratarse, no se hidrata por absorción periférica, por lo tanto los criterios de hidratación son similares a los de otras prácticas deportivas.