Cuidados orl en el bebé: boca, oídos y nariz


Dra. Paloma Rodríguez García. FEA ORL Infantil del CHN. Dr. Ignacio Arruti González. Jefe de Sección ORL Infantil del CHN. Dra. Almudena Rodríguez de la Fuente. MIR ORL del CHN

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De todos es conocida la alta incidencia de procesos de la esfera ORL en la infancia. Para minimizar los mismos interesa adquirir unos buenos hábitos desde el comienzo de la vida.

Boca
El cuidado de la boca no comienza con la aparición de los primeros dientes como se cree, sino que se inicia desde el nacimiento cuidando las encías y previniendo la aparición de infecciones. El recién nacido se alimenta usando sus encías superior e inferior por lo que estas zonas deben ser limpiadas después de cada toma de leche utilizando una gasa mojada con agua.
A veces, se observa en el labio superior un pequeño callo que se desprende de vez en cuando. Es normal en los bebés amamantados y desaparece más adelante.
La aparición del primer diente se suele dar hace los seis meses, estos deben ser aseados con cepillo de cerdas suaves y agua. Se trata de conseguir que no queden adheridos restos de leche y/o comida. No es necesario utilizar crema dental. También es importante asegurar un correcto aporte de flúor, en nuestro medio el agua aporta una cantidad adecuada no siendo necesarios aportes adicionales.

Muguet. Es una infección de la boca del bebé producida por un hongo llamado cándida albicans. Éste es un problema bastante habitual.
• Prevención: los biberones y los chupetes hay que hervirlos frecuentemente.
• Síntomas: la primera señal suele ser el malestar del bebé durante la toma. Se ven unas manchas blanquecinas en el interior de la boca de aspecto algodonoso que se pueden confundir con restos de leche.
• Causas: transmisión de la madre durante el parto. Tratamientos antibióticos prolongados. A través de tetinas, chupetes, juguetes…
• Complicaciones: dermatitis del pañal por la aparición de hongos en las heces. Contagio del pecho de la madre.
• Tratamiento: hay que limpiar el interior de la boca y la lengua del bebé con una gasa empapada en agua esterilizada y bicarbonato (una cucharada de bicarbonato en una taza de agua). Repetir 4 ó 5 veces al día. Si no se obtiene un efecto satisfactorio se acudirá al pediatra quien administrará una solución de nistatina.

Oído
La limpieza de los oídos debe limitarse a su parte externa, basta con un paño humedecido que recorra el pabellón auricular. El cerumen ejerce un efecto protector y no debe ser eliminado. Sólo cuando produzca una obstrucción completa deberá ser extraído por parte del ORL y/o pediatra.
Si el bebé se causa erosiones con sus uñas, hasta que el pediatra permita cortar las uñas, será necesario usar unas manoplas.
Jamás utilice gotas, aceite, leche…en el interior del oído; salvo prescripción de su médico.

Nariz
Que un niño sea mocoso parece una regla inmutable. El moco es una barrera defensiva de la vía respiratoria y aumenta en función del grado de irritación de la misma. Muchas madres se sienten inseguras y nos plantean en la consulta de ORL infantil sus dudas en relación a este tema. Si es un mecanismo de defensa, ¿mejor no hacer nada?

¿Por qué es importante el lavado nasal?

Los bebés respiran el 90% del tiempo por la nariz y si la tienen obstruida por moco, les impide respirar y comer sin fatigarse. Además como su organismo es más vulnerable a las bacterias y virus, se acumula en las vías respiratorias, provocando infecciones con mayor facilidad. Los lavados nasales tienen efectos beneficiosos dado que disminuyen la inflamación de la mucosa nasal y arrastran las secreciones lo que hace que los medicamentos tópicos sean más efectivos.

¿Cuándo realizamos el lavado nasal?

No hay que obsesionarse con quitarle continuamente los mocos al niño, en realidad se recomienda hacerlo tantas veces como sea necesario para que él esté cómodo y respire mejor teniendo en mente que el lavado les molesta. Si sólo les queda un poco de moco que no les impide respirar ni comer lo mejor es no insistir y volver hacer lavados cuando sea preciso. Salvo que esté resfriado (pueden hacerse varios lavados al día) basta con quitarlos antes de dormir, para que descanse mejor y antes de comer, ya que al tener la boca llena tendrá que respirar por la nariz.
No hay un momento predefinido como hemos dicho, sin embargo sí que hay momentos en los que el moco sale un poco más fácil, como después del baño cuando el vapor de agua fluidifica un poco el moco.

¿Cómo se hace?

La postura idónea también plantea frecuentes dudas entre los padres. En los bebés que no se mantienen sentados hay que hacerles el lavado nasal tumbado, pero nunca boca arriba porque vamos agobiar al niño y no facilitamos la salida del suero. Lo mejor es colocarlo de lado y hacer el lavado por el orificio más alto para que salga por el otro lado. Lo más probable es que el niño no quiera cooperar y haya que sujetarlo con firmeza.
En cuanto el niño aprende a sonar la mejor manera es de pie, sobre el lavabo, para luego expulsar el aire por la nariz y arrastrar de esta manera el moco al exterior.
En caso de utilizar un aerosol, lo que hay que hacer es apoyar el aplicador en el orificio de la nariz lo mínimo para hacer entrar el contenido en ella. La presión está limitada y adecuada a cada edad, por lo que es difícil hacer daño con ella. Un exceso de presión podría hacer que los microbios de la nariz vayan hacia los oídos.
Las jeringas son menos recomendables porque es difícil controlar la presión de la administración.
En caso de utilizar botellita de suero individual lo ideal es hacer entrar el suero en la nariz como si de lágrimas se tratara gotita a gotita. Un truco es calentar primero a temperatura similar a la del cuerpo ya que así el niño no se da cuenta hasta que le llega a la garganta. En ese caso si puede hacerse con el bebé boca arriba aunque lo ideal es que tras unas cuantas gotas le pongamos de lado.

¿Con qué lo hacemos?

  1. Suero fisiológico: se trata de agua a la que se ha añadido sal para que esté en una proporción fisiológica, es decir, para que se asemeje a los fluidos de nuestro organismo. Se puede comprar en diferentes formatos:
    envases grandes para su extracción con jeringa
    frasquito cuentagotas
    spray ( poco frecuente)
    ampollas monodosis: el más usado por su “ tamaño bolsillo”

2.  Agua de mar: solución estéril de cloruro sódico que se obtiene directamente del mar mediante una filtración. Conserva todos los minerales del mar beneficiosos para la mucosa nasal. En este caso la presentación más popular es en forma de spray. Existen diferentes fuerzas en función de la edad y dos tipos de agua de mar en función de la concentración salina:
• Agua de mar isotónica: la concentración de cloruro sódico es igual a la del suero fisiológico. Son las más adecuadas para la higiene diaria, obstrucción nasal, sequedad…
• Agua de mar hipertónica: su concentración de cloruro sódico es superior. Ello hace que aumente su capacidad descongestiva por un proceso natural disminuyendo la inflamación y el edema. Se recomienda en caso de resfriado y como complemento de los tratamientos de los problemas de la esfera otorrinolaringológica. Es una buena opción durante el embarazo y así como la isotónica puede emplearse desde el primer día de vida la hipertónica se recomienda a partir del primer mes de vida.

3. Existen otros dispositivos comerciales para lavados nasales como Lota, “net-pots “… que se han convertido en tratamientos populares para la congestión de la nariz.
La FDA advierte del riesgo de infección asociado por el uso inapropiado de aquellos que incluyen bombillas, botellas exprimibles y dispositivos de agua a presión que funcionen con baterías. Es importante además saber de dónde proviene el agua usada en ellos dado que el agua del grifo no tratada o procesada de una manera específica no es segura para su uso en lavados nasales; podría contener microorganismos tales como bacterias y protozoos que podrían causar infecciones. En caso de utilizar agua del grifo se debería hervir entre tres y cinco minutos y dejarla enfriar hasta que esté tibia en un envase limpio y cerrado para usarlo en las primeras 24 horas.

¿Puedo producir  una otitis por abusar de los lavados nasales?

Se pueden hacer lavados varias veces al día lo que prueba su inocuidad.
El riesgo de producir una otitis se produce cuando introducimos el suero a una cierta presión positiva (jeringazo) debido a lo corta que es la trompa de Eustaquio en los niños y a que a edades más pequeñas está más horizontalizada que en los adultos. El líquido administrado a presión puede arrastrar moco y secreciones al interior del oído y provocar una otitis media.

¿Conviene usar un aspirador nasal?

En ocasiones los lavados nasales no son suficientes y puede ser útil retirar el exceso de moco.
Hay dos tipos:
• La pera: ejerce una presión muy variable en función de la forma e intensidad con que lo utilicemos. Con una presión negativa elevada se puede favorecer la otalgia.
• Aspiradores nasales anatómicos: el padre aspira a través de un tubito y la mucosidad queda retenida en un depósito. Conviene administrar antes suero para humedecer la zona.
Es decir, un buen aspirador usado con cuidado por parte de los padres, no sólo no es perjudicial sino recomendable para prevenir infecciones en aquellos casos en los que es imposible retirar el moco de otro modo.