Descansar realmente en vacaciones


Eduardo Ripalda Ansa. Médico de Familia C.S. Alsasua. Javier Velaz Arbizu. Médico de Familia C.S. Lodosa. Claudia Pérez Estrada. Médico de Familia C.S. Ayegui. Junior García Mendoza. Médico de Familia  C.S. Olite. Daniela Armas Zambrano. R4 de Medicina de Familia C.S. San Jorge. Susana Mexía Dos Santos. R4 de Medicina de Familia. C.S. Iturrama

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Estamos en verano, tiempo de vacaciones, tiempo de descanso. Pero no siempre es así. El periodo de vacaciones, casi seguramente, lo tendremos , pero podemos no descansar. ¿Por qué? Porque es frecuente que no nos detengamos a preparar unas vacaciones que nos hagan estar en calma, sin prisas, que nos ayuden a recuperar fuerzas.

Dependiendo del tipo de trabajo u ocupación que tengamos, para algunas personas descansar será visitar unos monumentos y acudir a algún museo. Para otras lo que necesitan es estar relajados en la playa o en el monte, o en un hotel o apartamento. En casa mejor no, ya que la distancia física con nuestra vivienda, en la que hacemos las labores del hogar, nos ayuda a descansar más y mejor.
Obviamente la situación familiar y económica de cada uno condicionará varios aspectos de nuestras vacaciones, pero no lo más nuclear: que sea un tiempo real de descanso.
En general, y por desgracia, en nuestro día a día es bastante frecuente que nos cuidemos poco. Qué bueno sería empezar por unas vacaciones bien pensadas para el descanso. Por eso, dediquemos un tiempo a planificar lo que nos va a descansar. Y habrá veces que nuestra forma de descansar no coincida con la de nuestra familia. Es fundamental llegar a consensos para que todos los miembros de la familia puedan descansar. Lo mejor que uno puede hacer por su familia, lo primero, es estar bien. Si eso implica irse unos días sin su familia a descansar bienvenido sea. No es necesario hacer todo juntos, lo necesario es cuidarse para estar bien.
Hay tres máximas que pueden ayudar en la tarea de que nuestras vacaciones sean un éxito en lo que a descanso se refiere:
No ir con prisas: mejor ver con paz dos monumentos que no cinco con tensión. “Para una vez que he venido a este lugar, quiero visitar todo”. Sólo vas a tener, si las tienes, un buen periodo de vacaciones al año. Si no te sirven para recargar energía, las has desaprovechado.
Comer bien: que no implica gastar mucho dinero. Sentir que te mimas con la comida, que te das caprichos porque es un periodo especial: vacaciones. Mimar los sentidos del gusto y del olfato nos ayudan al bienestar.
Dormir bien: un buen descanso nocturno es fundamental. Para ello, hay que intentar acostarnos y levantarnos a parecida hora, dejarle al cuerpo que duerma más horas si es que lo necesita, intentar no ver pantallas que emitan luz antes de acostarnos y buscar una rutina de hábitos previos a acostarnos que nos ayuden a llegar a la cama relajados: leer o escuchar música que no nos excite demasiado, tomar leche, etc.
Ojalá que disfrutemos mucho en verano y podamos recuperar las energías perdidas durante el año.