El Trastorno por Deficit de Atención con o sin Hiperactividad en la Infancia. (TDAH)


José Luis Eslava Lecumberri . Psicólogo Clinico. Centro de Salud Mental de Buztintxuri

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¿Quién no ha oído hoy día hablar del TDAH?. Es habitual que en muchas familias genere dudas e intranquilidad la sospecha de que su hijo pueda estar padeciéndolo. Y las dudas que surgen son razonables; Establecer líneas claras de separación entre lo que es normal o anormal cuando hablamos de atención, hiperactividad o impulsividad infantil resulta como mínimo complicado. Por ello, es importante que comunique a los agentes educativos o de salud sus dudas para buscar una respuesta que le tranquilice y que le ayude a buscar soluciones específicas si se diese el caso.

Caracteristicas

Se trata de un trastorno de inicio anterior a los siete años de edad que representa uno de los motivos más frecuentes en nuestras consultas de Salud Mental Infantil. La prevalencia del diagnóstico se sitúa entre un 3% y un 6%. El diagnóstico es exclusívamente clínico. Debe hacerse basándose en la información obtenida a través de la entrevista clínica del niño y de los padres. Se debe contar con la valiosíma información obtenida del ámbito escolar, (valoración psicopedagógica) y la exploración psicopatológica del menor. Debe estar sustentado en la presencia de los síntomas característicos del trastorno, respaldado por una clara repercusión funcional en los ámbitos personal familiar académico y social y haber excluido otros trastornos o problemáticas que puedan estar justificando reacciones infantiles de este tipo. A menudo se utilizan Instrumentos de evaluación validados para niños y adolescentes con TDAH.

Los enfoques diagnósticos desde el punto de vista categorial y dimensional DSM-IV-TR y CIE-10, hacen hincapié en los síntomas nucleares de la inatención, la hiperactividad y la impulsividad:

Falta de Atención

No presta suficiente atención a los detalles, o comete errores por descuido en sus tareas escolares o en otras actividades.

Tiene dificultades para mantener la atención en tareas o actividades lúdicas.

No parece escuchar cuando se le habla directamente.

No sigue las instrucciones y no finaliza las tareas escolares sin que ello se deba a un comportamiento negativista o incapacidad para comprender las instrucciones.

Tiene dificultad para organizar las tareas. Evita, le disgusta o es renuente a dedicarse a tareas que requieren esfuerzo mental sostenido (actividades escolares y otras).

Extravía objetos necesarios para tareas o actividades.

Es descuidado en las actividades de la vida diaria.

Hiperactividad

Mueve en exceso las manos o los pies o se remueve en su asiento.

Abandona su asiento en el aula o en otras situaciones en que se espera que permanezca sentado.

Corre o salta excesivamente en situaciones en las que es inapropiado hacerlo.

Tiene dificultades para jugar o dedicarse con tranquilidad a actividades de ocio.

Suele moverse o actuar como si tuviera un motor.

Habla en exceso.

Impulsividad

Precipita respuestas antes de haber sido completadas las preguntas.

Tiene dificultades para guardar el turno.

Interrumpe y se inmiscuye en las actividades de otros.

A estos requisitos hay que añadir el que el inicio del trastorno no es posterior a los siete años, los criterios deben cumplirse en más de una situación, ocasionan malestar clínicamente significativo o una alteración en el rendimiento social o académico.

Se da con mayor frecuencia en niños que en niñas. En estos últimos años se postula como origen de TDAH una serie de factores de tipo neurobiológico (Aun no habiendo ningún marcador biológico específico que permita el diagnóstico de TDHA), que junto a factores de tipo genético y ambientales, contextuales educacionales están en la base de los factores de riesgo considerados para el trastorno.

Curso

Los síntomas de hiperactividad impulsividad, van reduciéndose durante la infancia conforme llega la adolescencia más que los de inatención. Es importante recordar que muchos de los niños que han seguido tratamiento adecuado tendrán una buena adaptación y estarán libres de problemas de salud mental en su vida adulta. Debido a una falta de concienciación de los adultos sobre el problema, algunos niños desarrollan una infancia en muchos casos marcada por castigos, llamadas de atención constantes, fracaso escolar, peleas, mentiras, clima emocional conflictivo u hostil en hogar y centro educativo, que pueden hacer peligrar un desarrollo personal armónico y adaptado.

Detección en el colegio

Los escolares con TDHA presentan más dificultades de aprendizaje que el resto de la población infantil. Esto se debe a que entran en juego sesgos de tipo cognitivo como capacidades organizativas, de planificación, priorización, atención y precipitación de la respuesta, que obedecen a las alteraciones de las funciones ejecutivas (Memoria de trabajo e inhibición de la respuesta) propias del TDAH y a las dificultades específicas que comparten con otros trastornos del aprendizaje.

Navarra, cuenta con una de las primeras guías de actuación ante sospecha de TDAH, donde se concretan y protocolizan los procedimientos a seguir entre los padres y profesionales de los Departamentos de Educación y Salud. Según datos recientes, hay censados 1708 alumnos con trastorno por Deficit de Atención e Hiperactividad. Han editado guías y material específico en castellano y euskera para el profesorado y accesibles desde la web del Centro de Recursos de Educación Especial de Navarra.

Tratamiento

Los datos empíricos nos muestran que el tratamiento multidisciplinar, también llamado multimodal, es decir, combinar simultáneamente tratamientos de tipo psicológico y psicopedagógico acompañados a veces de tratamiento psicofarmacológico es el de mayor eficacia.

Desde la psicología basada en los principios de la terapia cognitiva conductual, ha habido importantísimos avances tanto en el entrenamiento para padres, en la propia terapia cognitiva al niño como en el entrenamiento de habilidades sociales y fortalecimiento emocional.

Desde el punto de vista de los padres, ¿Qué hacemos los padres? En principio es fundamental asesorarse sobre el diagnóstico y sobre las orientaciones que los distintos agentes que intervienen le van a ofrecer. No hay duda que todo el arsenal terapéutico que el niño va a recibir en medio educativo y sanitario, pueden y deben trasladarse al ambito familiar de la forma más simple y sencilla que es adaptándolos a las actividades de la vida diaria, aseo, vestido, comida, horarios. Me permito recomendar el juego como instrumento terapéutico. Normas, tiempos de espera, respetar y esperar el turno, centrar la atención, controlar el impulso, ganar, perder…El juego supone la principal actividad de la vida infantil. Jugar responde a la necesidad de mirar, de tocar, de socializar de expresar y de soñar. Esencial para adquirir y modular las tres áreas en las que trabajar con los niños con TDAH (atención, hiperactividad e impulsividad). Esencial para un crecimiento emocional armónico.