Esguince de tobillo


Dr. Rubén Goñi Robledo. FEA Traumatología y Ortopedia. Complejo Hospitalario de Navarra Dra. Marta Aguado Sevilla. MIR Anestesia. Complejo Hospitalario de Navarra

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El esguince de tobillo es una patología muy frecuente en el deporte y también dentro de las lesiones banales que vemos en traumatología. Sucede cuando los ligamentos del tobillo se distienden, pudiendo llegar a producirse la rotura de los mismos.

Lo más habitual es que ocurra en el complejo ligamentario externo debido al mecanismo que lo produce, ya que tobillo y pie se desplazan de tal forma que la planta “mira hacia dentro” pero también puede ser del complejo interno cuando el desplazamiento ocurre al revés. Pueden darse ambos de manera combinada.
Los clasificamos en grados del I al III, dependiendo de si se produce una distensión de los ligamentos, una rotura parcial o una rotura total.

¿Cómo debo actuar ante una lesión de este tipo?

Ante esta lesión lo ideal es ser visto por un médico de urgencias o un traumatólogo para ser correctamente diagnosticado y asesorado en el tratamiento. El tobillo lo encontraremos inflamado, tumefacto, con dificultad para la movilización y en ocasiones, hematoma. Una radiografía simple sirve para diagnosticar posibles fracturas de tobillo.

¿Qué tratamiento debo seguir?

De una manera bastante efectiva, la mayoría de los esguinces de tobillo pueden tratarse con la regla DICE (RICE en inglés):
Descanso (Rest): limitar el apoyo inicialmente y reanudarlo en la medida que desaparezca el dolor. El retorno a la actividad deportiva debe ser progresivo.
Hielo (Ice): aplicar hielo durante las primeras 48-72 horas tras la lesión, cada 2-3 horas y durante al menos 20 ó 30 minutos, no directo sobre la piel sino a través de una toalla o similar. Esto disminuirá la inflamación.
Compresión (Compression): aplicar un vendaje compresivo o funcional.
Elevación (Elevation): mantener el pie en alto mientras no realicemos ninguna actividad.