Fármacos en verano


Marta Cuberes Izquierdo. Nefrología. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza

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El verano es una estación para disfrutar con prudencia del sol. Para evitar incidentes es importante seguir las recomendaciones generales, pero además debemos saber que determinados medicamentos pueden provocar una reacción negativa ante la exposición solar.

Comenzar diferenciando distintos términos:
• Fármacos fotosensibles: son medicamentos sensibles a la luz. Si en su conservación no se encuentran debidamente protegidos de la luz pueden alterar sus propiedades farmacológicas.
• Fármacos fotosensibilizantes: son aquellos que pueden dar lugar a una reacción cutánea anormal por la combinación de la sustancia química y la exposición a radiaciones de luz ultravioleta.

Reacciones fotosensibilizantes más frecuentes

• Reacciones fototóxicas: Son las más frecuentes. Producen un daño celular directo y no afectan al sistema inmunológico. Ocurren sobre todo con fármacos de administración sistémica a dosis altas y durante periodos prolongados, aunque pueden darse también con tratamientos tópicos. Las lesiones cutáneas aparecen precozmente (unos 30 minutos tras la exposición solar) y se asemejan a una quemadura solar exagerada con enrojecimiento, inflamación, sensación de ardor y formación de microvesículas o ampollas, así como descamación. Esta reacción puede variar de un individuo a otro.
• Reacciones fotoalérgicas: Son poco frecuentes y de tipo inmunológico por lo que requieren una exposición previa al agente fotosensibilizante. Generalmente se producen por medicamentos de uso tópico (cremas, soluciones, pomadas…) que dan lugar a una reacción fotoquímica. Las personas que las presentan suelen tener una determinada predisposición y pueden aparecer incluso con dosis bajas de medicamento. Se manifiestan de forma similar a la dermatitis de contacto, con erupción tipo eccematosa, inflamación y picor intenso. Los síntomas aparecen entre 12 y 72 horas después de la exposición y en la superficie expuesta al sol, aunque con el paso del tiempo puede extenderse a zonas protegidas de la piel.
La sintomatología tiende a revertir de 2 a 7 días tras la retirada del fármaco y el tratamiento suele consistir en antihistamínicos y corticoides orales y/o tópicos, así como evitar la exposición solar.

Hay que destacar que la fotosensibilidad inducida por fármacos conlleva una reducción del umbral de quemadura solar. Por ello, los profesionales sanitarios deben recordar y advertir a los pacientes sobre la necesidad de adoptar medidas preventivas frente a la exposición directa al sol y evitar las fuentes artificiales.

Principales agentes fotosensibilizantes

• Antiinflamatorios: ibuprofeno, diclofenaco, ketoprofeno, naproxeno…
• Antihistamínicos: ebastina, loratadina, cetirizina, clorfeniramina…
• Antiulcerosos: omeprazol, ranitidina…
• Anticonceptivos orales: estradiol, etinilestradiol, levonorgestrel…
• Antihipertensivos: enalapril, losartan, amlodipino, …
• Diuréticos: furosemida, torasemida, hidroclorotiazida, clortalidona…
• Hipolipemiantes: simvastatina, lovastatina, atorvastatina…
• Psicofármacos: diacepam, alprazolam…
• Antidepresivos: fluoxetina, paroxetina, sertralina…
• Antibióticos: azitromicina, norfloxacino, ciprofloxacino…
• Dermatológicos: isotretinoina, ácido retinóico…
• Inmunosupresores: tacrolimus…
• Aceites esenciales: lavanda, limón…
• Perfumes y colorantes…

Recomendaciones

• Evitar la exposición solar directa y prolongada, especialmente en las horas centrales del día.
• Protegerse adecuadamente con gafas, gorras, ropa de protección solar etc.
• Utilizar filtros solares con factor de protección elevado.
• Ampliar las medidas anteriores a las actividades cotidianas (paseos, actividades al aire libre), días nublados e incluso en invierno.
• En caso de aparición de quemadura o reacción en la piel hay que consultar con el médico, quién valorará el tratamiento y la conveniencia de disminuir o retirar el fármaco sospechosos de la reacción.