IMMUNONET: Una red de cooperación europea para promover la Inmunoterapia


(1) Ignacio Melero Bermejo, (2) África González-Fernández

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IMMUNONET

La Red de Inmunoterapia IMMUNONET se trata de un programa de cooperación europeo aprobado dentro del Programa de Cooperación Territorial del Espacio Sudoeste Europeo (SUDOE-Interreg), donde se ha establecido un equipo estable de investigación puntera en Inmunoterapia en el sudoeste europeo. La red ha recibido una ayuda del Fondo Europeo de Desarrollo Regional de 1.032.815,57 € para tres años.

La red está coordinada por la catedrática de Inmunología de la Universidad de Vigo Dra. África González-Fernández y en ella participan 9 grupos beneficiarios y 4 grupos asociados. Entre estos grupos participan médicos especialistas e investigadores españoles de la Universidad de Vigo, Clínica Universitaria de Navarra, el Centro de Investigación de Medicina aplicada (CIMA), Hospital Universitario La Princesa y del Hospital Universitario Puerta del Hierro de Madrid; Institutos de investigación portugueses: de Lisboa y de Porto, de instituciones francesas: Institut National de la Santé et de la Recherche Medicale y de Centre National de la Recherche Scientifique, así como las empresas Biotecnol por parte de Portugal y Digna Biotecnol de España.

El proyecto está estructurado dentro de un centro virtual de apoyo donde distintos grupos de investigadores pueden compartir recursos y equipamiento e intercambiar información con universidades, administraciones públicas e iniciativa privada. El objetivo final de esta red es desarrollar y patentar fármacos de utilidad inmunoterapéutica para el tratamiento de enfermedades infecciosas, autoinmunes y cáncer e iniciar ensayos preclínicos y clínicos.

¿QUÉ ES LA INMUNOTERAPIA?

Nuestro organismo se defiende de agentes extraños gracias a un conjunto de células y sustancias solubles (anticuerpos, citoquinas, complemento, etc), que forman parte de lo que se conoce como Sistema Inmune. Su función principal es la de establecer una vigilancia continua en nuestro organismo y defendernos de la entrada de potenciales agentes dañinos. Los investigadores han observado que es posible modificar el sistema inmune o utilizar alguno de sus componentes, con el fin de prevenir o incluso tratar enfermedades. Un ejemplo es la vacunación, donde se estimula el sistema inmune para prevenir futuras infecciones (vacunas frente a la polio, tétanos,….), mediante el desarrollo de memoria frente a un patógeno concreto. Otro ejemplo de prevención es el uso de anticuerpos (v.g. gammaglobulina anti-tetánica) para evitar el desarrollo de una determinada enfermedad. En los últimos años y gracias a las mejoras en las tecnologías, se está viendo el enorme potencial que pueden tener elementos del sistema inmune (como anticuerpos, citoquinas,…) para tratar enfermedades como el cáncer, enfermedades autoinmunes, alergia y enfermedades crónicas virales.

La inmunoterapia consiste por tanto en un variado espectro de estrategias para la prevención (como las vacunas), o el tratamiento (con el uso de anticuerpos, citoquinas, células dendríticas) de enfermedades, bien mediante la inducción, el aumento o supresión del sistema inmunitario.

Junto a la enorme utilidad que están teniendo las vacunas en todo el mundo, no se puede menospreciar el indudable valor de la Inmunoterapia en muchas patologías. Concretamente en el caso de enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide, el uso de anticuerpos con función anti-inflamatoria (bloqueando por ejemplo una citoquina como el factor de necrosis tumoral o TNF), está cambiando el panorama de muchos enfermos, abriendo la esperanza a terapias menos agresivas y con menos efectos secundarios. Esto mismo ocurre con la degeneración macular en enfermos de edad avanzada, que están volviendo a retomar la visión tras un tratamiento inmunoterápico.

El campo del cáncer es especialmente atractivo para el uso de la Inmunoterapia, no sólo porque es posible usar componentes que se dirijan frente al tumor (como los anticuerpos), sino porque es conocido que el sistema inmune tiene un papel muy importante en la vigilancia del proceso tumoral, que es posible incrementarlo de forma adecuada.

Hace tan sólo una década que se decía “el cáncer había hecho mucho más por la inmunología que la inmunología por el cáncer”. Con ello se quería menospreciar la inmunoterapia, al considerarla como un campo de investigación biomédica en el que se habían invertido grandes cantidades de dinero, sin obtener beneficios terapéuticos prácticos. Hoy en día el panorama ha cambiado y hasta los máximos detractores reconocen tanto el progresivo impacto de la inmunoterapia en el tratamiento de varias neoplasias, como la gran actividad desarrollada en ensayos clínicos en todo el mundo. El progreso en la inmunoterapia tumoral se ha centrado fundamentalmente en cuatro puntos:

  • Identificación de antígenos tumorales (las moléculas reconocidas por el sistema inmune). Este adelanto permite su utilización tanto para la formulación de vacunas terapéuticas, como para la monitorización de la respuesta inmunitaria.
  • Desarrollo de anticuerpos terapéuticos en cánceres como los de mama (Herceptin) o linfomas (Rituxan).
  • Optimización de las técnicas de transferencia de linfocitos activados o de células dendríticas con especificidad antitumoral.
  • Utilización de citoquinas, las moléculas que median la comunicación entre las células del sitema inmune para el tratamiento de diversos cánceres.

Cada una de estas áreas de investigación concentra enorme interés y es difícil predecir cuál o cuáles (muy probablemente en combinación), conseguirá/n vencer en el reto de lograr eficacia reproducible frente a enfermedades malignas.