Infecciones por hongos


Julio Pérez Pelega y Fátima Lafuente Urrez

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Las micosis o infecciones por hongos en el hombre, pueden afectar a las capas más superficiales de la piel dando lugar a “Micosis cutáneo-mucosas superficiales”, a capas profundas en las llamadas “Micosis profunda” y por último algunas de éstas pueden diseminarse y afectar a órganos internos dando lugar a “Micosis sistémicas”. Afortunadamente estas dos últimas son poco frecuentes en personas con las defensas normales por lo que sólo nos referiremos a las primeras.

Las micosis superficiales más frecuentes en España son la Pitiriasis Versicolor, las Dermatofitosis y las Candidiasis.

Pitiriasis Versicolor

Es una infección asintomática de las capas más superficiales de la piel causadas por una levadura llamada Malassezzia. Son levaduras con una gran tendencia a localizarse en zonas grasas de la piel como el cuero cabelludo, tronco y pliegues. Su crecimiento se ve favorecido en condiciones de calor, humedad, sudoración y en situaciones de bajada de defensas, convirtiéndose en patógena. Afecta con mayor frecuencia a los hombres que a las mujeres, de entre 15 y 30 años, sobre todo en los meses de verano.

Se presenta como manchas redondas, bien definidas con escamas finas en su superficie que se desprender con el rascado. El color varía entre pardo, rosa anaranjado y blanco, poniéndose más de manifiesto cuando nos exponemos al sol. La localización más habitual es el tórax, los hombros, los brazos, el abdomen, la espalda y el cuello, siendo muy raras en las extremidades y la cara. Cuando se curan la superficie es lisa, sin escamas, de color claro durante varios meses y hasta que el paciente no se expone de nuevo al sol. Este cuadro es muy sencillo de tratar con un porcentaje de curaciones alto, sin embargo, las recidivas son frecuentes.

Dermatofitosis o tiñas

Son el resultado de la infección de la piel, cabellos y uñas por unos hongos denominados dermatofitos, que se alimentan de la queratina. Existen 3 géneros de dermatofitos: Microsporum, Epidermophyton y Trichophyton.

Algunos de ellos sólo se encuentran en el organismo humano por lo que el contagio se produce entre personas; otros afectan a animales (perros, gatos, conejos y ganado vacuno) incluso, a veces, se pueden encontrar en el suelo y el hombre se contagia al entrar en contacto con éstos.

Las tiñas se manifiestan como unas lesiones cutáneas con una zona central de piel normal con un borde descamativo de crecimiento centrífugo. Según la localización da lugar a varias formas clínicas:

  • Tiña capitis: Afecta sobre todo a niños y resulta de la invasión del tallo piloso por dermatofitos.
  • Tiña de la barba: Infección de las zonas con pelo de la cara y cuello.
  • Tiña corporis: Lesiones circulares con bordes bien definidos y descamativos.
  • Tiña pedis: Infección de la planta y/o de los espacios interdigitales de los pies. Es muy frecuente en adultos.
  • Tiña cruris: Localización inguinal y/o perineal en varones.
  • Tiña manum: Hiperqueratosis palmar difusa, uni o bilateral.
  • Tiña facei: Afecta a las zonas de la cara sin pelo.
  • Onicomicosis: Infección de los bordes laterales y/o distales, afectación de toda la lámina ungueal, onicomicosis blanca superficial, onicomicosis proximal.

Candidiasis

Son enfermedades de la piel y mucosas causadas por hongos levaduriformes pertenecientes al género Candida. La especie implicada con mayor frecuencia es Candida Albicans.

Entre el 30-50% de las personas tienen el hongo en la boca o tubo digestivo formando parte de su flora comensal y en el 20 % de las mujeres forma parte de su flora vaginal.

En determinadas circunstancias se rompe el equilibrio entre el organismo y el hongo haciéndose en ese momento patógeno.

Entre los factores favorecedores de una candidosis se encuentra:

  • Factores locales: humedad, maceración, oclusión.
  • Factores fisiológicos: lactante y anciano, embarazo, fase premenstrual.
  • Factores patológicos: enfermedades endocrinas (diabetes, enfermedad de Addison, hipoparatiroidismo), enfermedades hematológicas (linfomas, leucemias), enfermedades debilitantes, situaciones de inmunodepresión. • Medicamentos: antibióticos, corticoides, inmunodepresores y anticonceptivos.

Dependiendo del área afectada podemos encontrarnos con varias situaciones clínicas:

  • Afectación de pliegues (axilas, ingles, interglúteo, submamaria, interdigital..) dando lugar a picor u pequeñas vesículas que se rompen y dan lugar a placas rojas, brillantes de aspecto barnizado a ambos lados del pliegue.
  • Genitales: afecta tanto a la región de la vulva y vagina, glande y zona perianal dando lugar a prurito, eritema, vesículas y en algunas ocasiones a una membrana blanquecina cremosa pudiendo extenderse a labios mayores en las mujeres y escroto en los hombres.
  • Boca: se observa sobre todo en niños e inmunodeprimidos como unas membranas blanquecinas cremosas que cubren la totalidad de la mucosa y se desprenden con el raspado dejando una superficie rojo, congestiva y sangrante.
  • Comisura de boca (Queilitis angular): inflamación de las comisuras bucales generalmente simétricas con una fisura en el fondo. A su aparición también influyen las prótesis dentales y exceso de salivación.
  • Onixis y perionixis: es la inflamación de la piel situada alrededor de la uña y de la uña propiamente dicha con dolor, eritema y edema de dicha áreas con afectación secundaria de la uña que se ve favorecida por la humedad.

Para el tratamiento de todas estas infecciones se dispone de una gran cantidad de medicamentos llamados antifúngicos tanto tópicos como orales todos ellos de gran eficacia. Entre los tópicos destacan los derivados imidazólicos, terbinafina, naftifina, ciclopiroxolamina, tolnaftato amorolfina, nistatina y anfotericina. Entre los orales hay que mencionar la griseofulvina, itraconazol, terbinafina, fluzonazol y cetoconazol.