La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)


Joan Boldú Mitjans

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El pasado 14 de noviembre se celebró el Día Mundial de la EPOC, jornada  que consiste en una serie de actividades divulgativas, educacionales y preventivas promovidas por las organizaciones dedicadas al cuidado de los pacientes con la enfermedad. Se viene celebrando desde 2002 y se programan actividades en más de 50 países. La importancia de la EPOC en nuestra sociedad, dada su frecuencia y los costes socioeconómicos que comporta, es innegable, por lo que en este artículo se intentará dar a conocer los aspectos más relevantes de la enfermedad.

¿Qué es la  EPOC?

La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica o EPOC, como su propio nombre indica, es una enfermedad causada principalmente por el tabaquismo. Consiste en una obstrucción progresiva de los bronquios, que son los conductos que llevan el aire de la respiración hasta los alveolos pulmonares, donde se oxigena la sangre. Crónica porque dicha obstrucción no desaparece a pesar de abandonar el hábito tabáquico, aunque ello no significa que un diagnostico precoz y un tratamiento eficaz no sean capaces de alterar el curso natural de la enfermedad y permitir al enfermo una mejoría importante en los síntomas y en su calidad de vida. Se calcula que afecta a nivel mundial a uno de cada 10 adultos mayores de 40 años. Es mas frecuente en los países con mayor porcentaje de fumadores. Según la Organización Mundial de la Salud, la EPOC es la cuarta causa de muerte en el mundo, superada sólo por las enfermedades vasculares cerebrales, los ataques cardiacos y las infecciones. La EPOC mata más gente que el cáncer y tanta gente como el SIDA. En total, supone unos 3 millones de muertes anuales.

¿Cómo se manifiesta?

Suele manifestarse a los 35-40 años de fumar, dependiendo de la cantidad total de tabaco consumida y de la susceptibilidad individual. Puede presentarse con alguno de los siguientes síntomas: ahogo al andar o al aumentar la actividad (disnea) que aumenta con los años, en los esfuerzos, catarros, etc. Tos y expectoración, al principio esporádica, que se va haciendo más habitual. En ocasiones, también se denomina a esta enfermedad como Bronquitis Crónica Obstructiva o Enfisema Pulmonar.

Si tiene Ud. más de 40 años y presenta estos síntomas siendo fumador, es conveniente que consulte con su médico, pues podría tener una EPOC. Los síntomas pueden ser similares a los de otras enfermedades respiratorias como son el asma, las bronquiectasias, las enfermedades intersticiales, e incluso cardiacas, por lo que siempre debe consultar con su médico para confirmar la presencia de la enfermedad. Incluso se pueden tener algunos de los síntomas, atribuibles al tabaquismo, sin que exista propiamente la enfermedad, por lo que no debe alarmarse aunque los presente. La única forma de confirmar la enfermedad es mediante la práctica de la “espirometría”, una prueba diagnóstica consistente en respirar y soplar en un equipo médico que mide los volúmenes pulmonares y el grado de obstrucción de los bronquios. La práctica de una espirometría periódicamente en las revisiones permite valorar la evolución de la enfermedad y la repuesta al tratamiento.

La mejor actuación individual en cuanto tenga síntomas que puedan sugerir el diagnóstico, o tenga sospecha de tener problemas respiratorios, es el abandono inmediato del tabaco. No sólo es la única forma de prevenir la enfermedad, sino que es la mejor forma de mejorar su pronóstico  en el caso de que ya tenga una EPOC establecida y detener la progresión o destrucción progresiva pulmonar. Mientras se fuma, el tratamiento puede mejorar  los síntomas, pero a medio plazo dejará de ser eficaz.

El diagnóstico de EPOC no debe de asustar, pues la gravedad de la enfermedad presenta una gran variabilidad, desde pequeñas obstrucciones bronquiales que no se manifiestan con síntomas apreciables, hasta obstrucciones muy graves que pueden precisar de medicación intensiva, oxigenoterapia domiciliaria e incluso trasplante pulmonar en pacientes jóvenes.

Cuanto antes se diagnostique la enfermedad, se abandone el tabaco y se inicie un control y tratamiento adecuado, mejor es el pronóstico y menos limitaciones a causa de los síntomas va a tener en su vida cotidiana.

¿Cuál es su tratamiento?

El tratamiento fundamental es el abandono del tabaco.  Para el alivio de los síntomas, su medico prescribirá diversos tipos de medicación inhalada que permiten además un mejor control de la enfermedad. En casos de infecciones bronquiales añadidas, su médico puede que le prescriba un antibiótico. En casos mas graves, el tratamiento inhalado puede complementarse con tratamientos orales y cuando la enfermedad avanza y el pulmón es incapaz de oxigenar la sangre por si solo, se recurre a la administración de oxigeno domiciliario continuo. Muy importante es el manejo adecuado de la medicación y su toma regular, con especial hincapié en el uso correcto de los inhaladores, dado que si no se inhalan de forma correcta, no son eficaces. También son muy importantes las medidas generales, como son el mantener un peso adecuado (tanto el sobrepeso como lo contrario tiene gran repercusión en la evolución de la enfermedad), una actividad física regular adaptada a las limitaciones de la enfermedad, una dieta variada y seguir los controles y recomendaciones que su médico y su especialista le aconsejen.

Información adicional para pacientes con EPOC y sobre el día Mundial de la EPOC puede verse libremente a través de la Web de la Sociedad Española de Patología

Respiratoria (Separ) en las siguientes direcciones:

www.separ.es/pacientes/epoc_no_significa.htmlwww.diadelaepoc.com