Lumbociática. Hernia discal lumbar


Dr. J. C. García Romero, Dr. A. Gallo-Ruiz Brower, Dra. E. López Rodríguez y Dra I. Zazpe Cenoz

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La lumbociática es una de las causas más frecuentes de consulta médica. Se produce por la compresión de alguna raíz nerviosa a nivel lumbosacro, normalmente debida a una hernia discal.

¿Cómo se produce una hernia discal lumbar?

El disco intervertebral es una estructura situada entre las vértebras y contribuye a la distribución de las cargas que soporta la columna vertebral. Está formado por un núcleo pulposo gelatinoso y un anillo fibroso de colágeno en la periferia. En condiciones normales, el anillo fibroso es capaz de contener el núcleo blando interno. Con los años se producen diversos procesos degenerativos en el disco que afectan a la forma, al volumen y al contenido del disco. El aumento de presión intradiscal debido a los movimientos de la columna, la carga de pesos o los traumatismos, puede favorecer la aparición de deshicencias focales en el anillo fibroso y provocar la salida de parte de su material (herniación), dando lugar a lo que se conoce como hernia discal. A su vez, esta hernia puede comprimir la raíz nerviosa adyacente, dando lugar a un dolor que irradia desde la columna hasta la pierna, denominado “ciática” o “lumbociática”.

Síntomas producidos

El síntoma clásico es el dolor de tipo ciático. Dicho dolor suele empeorar con la tos, al ir al baño, al inclinarse o al cargar pesos. Muchas veces se acompaña de sensación de “acorchamiento” y “hormigueos” en la pierna, debidos a alteraciones sensitivas en relación a la compresión de la raíz nerviosa.

Con menos frecuencia aparecen “señales de alarma” que indican un sufrimiento mayor de las estructuras nerviosas, como son:

  • Pérdida de fuerza en los movimientos de la pierna o el pie.
  • Pérdida de sensibilidad a nivel genital, anal, periné, nalgas y zona interna de los muslos (también llamada anestesia en “silla de montar”).
  • Retención o incontinencia urinaria o fecal.
  • Impotencia sexual.

La médula espinal ocupa el canal medular formado por las vértebras hasta la 1ª-2ª vértebra lumbar. A partir de allí dicho canal está ocupado por el conjunto de las raíces nerviosas que forman la denominada “Cola de Caballo” o Cauda Equina. En ocasiones una hernia de disco puede comprimir varias raíces nerviosas simultáneamente, dando lugar a la combinación de estos síntomas. Ante la aparición de cualquiera de estas cuatro “señales de alarma” es recomendable acudir a un centro médico de forma urgente, a ser posible que disponga de una Unidad Especializada en Cirugía de Columna.

¿Cómo se Diagnostica?

El diagnóstico se realiza mediante pruebas de imagen como la Tomografía Computerizada (T.C.) o la Resonancia Magnética (RMN). Sin embargo sólo se considera necesario realizarlas en pacientes incluidos en determinados grupos de riesgo y en aquéllos en los que se prevé una intervención quirúrgica. Ello es debido a que en la mayoría de los casos el dolor mejora con tratamiento conservador.

Tratamiento

La primera opción terapeútica para los casos de la lumbociática sin “señales de alarma” es el tratamiento médico, que incluye: analgésicos y antinflamatorios controlado por un facultativo. El calor local alivia el dolor. Se aconseja un reposo inicial seguido de una deambulación lo más precoz posible. En ocasiones puede estar indicado el tratamiento rehabilitador. También pueden realizarse bloqueos epidurales para el control del dolor, que consisten en la inyección de anestésicos y corticoides en el espacio epidural.

El tratamiento quirúrgico se reserva para aquellos pacientes con “signos de alarma” y en casos de dolor de larga evolución y de difícil control farmacológico.

La cirugía consiste en retirar el material discal extruido y, en la medida de lo posible, aquél que todavía persiste en el espacio intervertebral para prevenir recidivas. Este procedimiento, conocido como discectomía, ha evolucionado a lo largo de los años hacia la realización de incisiones cada vez más pequeñas y técnicas cada vez menos agresivas. Entre estas últimas se encuentran la microdiscetomía y la discectomía endoscópica que ya se utiliza en nuestro centro en pacientes seleccionados.

Prevención

La edad es el principal factor que determina la degeneración de los discos intervertebrales, si bien es cierto que estos procesos siguen ritmos distintos en cada persona.

Existen algunos factores modificables que podrían disminuir las posibilidades de sufrir una hernia de disco. El más importante es el control del estrés al que se somete a la columna vertebral siendo especialmente importantes, la higiene postural, evitar el sobrepeso y limitar los pesos que se cargan.

Los mayores aumentos de presión sobre el disco se dan cuando se coge un peso con la columna flexionada anteriormente. La mejor postura para iniciar el levantamiento de cualquier peso es con la espalda recta y con las piernas flexionadas. También la exposición de la columna vertebral a movimientos de vibración continuada podría predisponer a la aparición de rupturas en el anillo fibroso. Estas situaciones se producen por ejemplo en trabajadores con maquinaria y en aquellas personas que realizan largas jornadas conduciendo.

El tabaquismo y algunas enfermedades, como la diabetes mal controlada, también contribuyen a la aparición de esta patología.