Salud integral: la boca y el cuerpo Conceptos de Holística


Dr. Manuel Peleato Nº colegiado 153 (Dentista) Nº colegiado 3844 (Médico)

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La salud oral está estrechamente relacionada con la salud general, numerosos estudios y parámetros biomédicos son claros al respecto. Casi no hay patología que no se agrave en presencia de una mala salud dental: infartos de corazón, diabetes, partos prematuros, niños de bajo peso…

Imagínese que vive, camina o trabaja, por ejemplo, con una piedra en un zapato. Evidentemente, su cuerpo se resiente y adopta posturas de defensa que finalmente descompensan toda la cadena postural. Unos pacientes padecerán de las rodillas, otros de la cadera, otros de la columna o de las cervicales…
Todo nuestro cuerpo responde a un estado de equilibrio y bienestar común, dado que somos un sistema complejo autoadaptativo. Todo nuestro cuerpo potencia y compensa los factores que nos llevan a lo que cualquier ser vivo desea para conseguir sus fines: economía, ergonomía y confort. No se preocupe en pensar, su cuerpo piensa también, y casi todo lo hace maravillosamente bien.
Nuestro cerebro recibe señales procedentes de nuestro cuerpo y sentidos, procesa las mismas y emite órdenes motoras, vegetativas, endocrinas… Estas señales y su correspondiente respuesta pueden ser armónicas/saludables o bien parásitas/patológicas. Aunque esta clasificación es didáctica, nunca hay elementos puros en uno u otro sentido, y en gran medida, depende también de nuestro proceso, del tratamiento que hagamos de esas señales y de la respuesta emitida. Por eso, una persona bien estructurada es perfectamente capaz de amortiguar los estímulos perjudiciales y emitir señales beneficiosas a su propio cuerpo.

El homúnculo de Penfield

Es una representación esquemática del área que nuestro cerebro dedica a cada parte de nuestro cuerpo. Podemos decir que la boca y el sistema masticatorio ocupan un 30% , aunque estas proporciones son complejas de establecer.
El estado de nuestra boca tiene grandes repercusiones en nuestra salud, tanto en el aspecto positivo como en el negativo. Una boca desequilibrada  resta energía vital y predispone a problemas de salud, al emitir información parásita muy potente que nuestros sistemas deben compensar y neutralizar, robando energía a todo el resto del sistema. Y, el mejor equilibrio, no le quepa duda, son sus propios dientes. Conservarlos es una bendición: natural, barato y saludable.