Tiña del pie o pie del atleta


Begoña Oreste Armendáriz . DUE Inspección Médica. Ayuntamiento de Pamplona Eva Mª Heras Álvarez . DUE CA Mutua Asepeyo Pamplona-Los Agustinos

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El pie de atleta o tineas pedis o tiña del pie, es una de las micosis más frecuentes y es producida por hongos dermatofitos.

La principal característica de estos hongos es la de ser capaces de infectar tejidos cutáneos queratinizados no viables, es decir, viven en los tejidos muertos de la epidermis, pelo y uñas. Se alimentan de la queratina de la epidermis, muy abundante en los pies, por lo que crecen en extensión buscando alimento.

Los hongos causantes del pie de atleta son: Trichophyton rubrum, Trichophyton mentagrophytes y Epidermophyton floccosum, aunque puede haber otros hongos contaminantes y levaduras y/o bacterias que complican y agravan el problema.

Forma de transmisión

El pie de atleta es más frecuente en hombres que en mujeres. Se le llama así porque son los atletas o deportistas los que tienen más predisposición a sufrir esta infección.

El contagio es por transmisión directa de persona a persona, o mediante contagio por compartir toallas, calzado, sábanas y por caminar descalzos en zonas húmedas como piscinas, saunas, duchas compartidas, hoteles, gimnasios.

Factores predisponentes

  • Hiperhidrosis o sudoración excesiva en los pies, así como el uso de calzado cerrado no transpirable ya que se crea un medio idóneo (cálido, húmedo, oscuro) para el crecimiento del hongo.
  • Utilizar los mismos zapatos o calcetines durante largos períodos de tiempo, permanecer de pie muchas horas y trabajar en lugares húmedos.
  • Sufrir alteraciones orgánicas o enfermedades como mala circulación sanguínea, diabetes o inmunodeficiencia.
  • El verano es la época de mayor incidencia porque se utilizan más lugares de riesgo como piscinas o duchas públicas y se produce aumento de la sudoración debido al calor.

Síntomas

Al principio comienzan con sudoración, mal olor, pies macerados, grietas, rozaduras y dolor.

Más tarde aparece prurito, descamación, pudiéndose extender a las uñas y resto del pie, complicarse por infección bacteriana empeorando el olor.

Suele verse descamación en los espacios interdigitales, talones, bordes laterales y plantas de los pies y a veces aparecen grietas profundas y dolorosas y ampollas.

Manifestaciones clínicas

  • Intertriginosa. La más frecuente. La que la lesión comienza en el espacio interdigital del 4º y 5º dedo, produciendo maceración y fisuras. Aspecto blancuzco de la piel y mal olor.
  • Seca y queratósica. Bilateral y simétrica, infección en la planta, con lesiones escamosas y pequeñas vesículas.
  • Dishidrosiforme o vesicular. Placas rojas con picor intenso, llenas de ampollas. Al secarse forman costras, que si se rompen ocasionan heridas húmedas con descamación.

Prevención

1. Medidas higiénicas

  • Lavar los pies con agua y jabón y secar totalmente después, insistiendo en los espacios interdigitales.
  • Lavar frecuentemente y desinfectar el suelo de la ducha y bañera.
  • Utilizar toallas individuales, no compartir calcetines, zapatos, zapatillas.
  • Nunca ir descalzo en baños o piscinas públicas, ni sobre alfombras o moquetas.
  • Desinfectar el calzado. Si suda, cambiarlo una vez al día y airearlo.
  • Al menos una vez al día cambiar los calcetines, siempre de lana o algodón, manteniendo los pies secos.
  • Utilizar calzado que permita transpirar al pie, bien ventilados y que no sean de material sintético.
  • Es recomendable no utilizar el mismo zapato todos los días.

2. Medidas cosméticas

  • Utilización de productos que eliminen el sudor.

Tratamiento

1. Farmacológico
Normalmente el tratamiento comienza con los polvos o pomada antimicótica que generalmente contienen clotrimazol o miconazol. Debe utilizarse hasta dos semanas después de la desaparición.

Si no mejora en dos semanas, o tiene muchas recidivas, es importante acudir al médico para que realice un diagnóstico correcto ya que hay otro tipo de afecciones que también ocasionan irritación del pie. Puede que necesite tomar muestras de la zona para observar con el microscopio, o incluso realizar un cultivo para identificar el organismo causante. El médico puede indicarle un tratamiento oral como ketoconazol o terbinafina.

2. Medidas higiénicas
Todas las mencionadas en el apartado de “PREVENCIÓN”.